Moscú.

Una mermada delegación rusa partió ayer a Río de Janeiro para su participación en los Juegos Olímpicos, con la ausencia de decenas de atletas –hasta el momento 111–, quienes fueron excluidos en medio de un escándalo de dopaje que sacudió al deporte del país.

El equipo tomó un vuelo privado del aeropuerto Sheremetevo rumbo a Brasil, un día después de la emotiva ceremonia de despedida con el presidente Vladimir Putin en el Kremlin.

El presidente del Comité Olímpico de Rusia, Alexander Zhukov, despidió a su representación y le pidió mantener el espíritu combativo y no prestar atención a eventuales insinuaciones y provocaciones.

Dijo que por ahora las federaciones internacionales validaron cerca de 270 representantes rusos en casi 30 disciplinas. En la primera avanzada partieron ayer unos 70 atletas.

Zhukov informó que sólo tres pesistas defenderán el honor de su país en halterofilia, en tanto no hay claridad todavía sobre los representantes de remo y canotaje.

El dirigente reiteró que la composición final de la delegación rusa será anunciada este fin de semana, cuando concluya el proceso de conciliación de las nóminas con las organizaciones internacionales.

La exclusión de deportistas rusos continuó ayer con la baja de tres ciclistas, que eleva el número de atletas expulsados a 111 de los 387 preseleccionados.

Entre los pedalistas excluidos están Olga Zabeinskaya e Ilnur Zakarin, ganador de una etapa en el reciente Tour de Francia.

Ambos fueron sancionados en el pasado por dopaje, uno de los criterios marcados por el Comité Olímpico Internacional para que las diferentes federaciones internacionales impidan su participación en Río.

Vestida con los colores de su país, la representación rusa partió en una atmósfera relajada, pese a la ausencia de muchos de sus compañeros.

Nos han encolerizado, pero en el buen sentido del término. Lucharemos aún más para demostrar que es difícil quebrar a Rusia, y lo haremos por esos deportistas que no pueden ir, declaró la jugadora de balonmano Polina Kuznetsova.

Pelearemos por nosotros mismos y por los que estarán ausentes, anunció Aleksey Korolev, entrenador del equipo ruso de volibol femenino.

Estamos en modo combate, lanzó Natalia Ishchenko, triple campeona del mundo de nado sincronizado.

Algunos de sus compatriotas ya se encuentran en Brasil desde el pasado fin de semana para aclimatarse.

El volibolista Sergei Tetyukhin, cuatro veces medallista olímpico, será el abanderado de la delegación rusa para la ceremonia de apertura del 5 de agosto, de acuerdo con la competidora de salto con pértiga Yelena Isinbayeva.

Hoy, como nunca antes, necesitamos mantenernos unidos y convertirnos en una familia, declaró Tetyukhin, de 40 años, y dijo minimizar lo que llamó provocaciones dirigidas a nuestro equipo y a nuestro poderoso país.