l martes decapitaron a un sacerdote en Rouen. Esta homilía es en su honor.
Amarás a Dios sobre todas las cosas.
No tomarás el nombre de Dios en vano.
Santificarás las fiestas.
Honrarás a tu padre y a tu madre.
No matarás.
Cierro el periódico y repaso. Cero y van cinco. Asesinado, el alcalde de Pungarabato. Hay, como apoyo al lector, un artículo que explica dónde es Pungarabato. En otro momento, el Pungarabato podría quizá denominar la patria de Fulano de tal
, o ser el nombre del reino que linda con el Nunca Jamás
que habita Peter Pan. Por rimbombante, tendría que pertenecer a la topografía de las fábulas, pero no: Pungarabato realmente existe, y tiene 37 mil habitantes. Está en la Tierra Caliente de Guerrero, lindando con Michoacán, y ahí le metieron trescientos tiros al presidente municipal. Los asesinatos de hoy no son como los de antes: en tiempos de Rosita Alvírez bastaba con tres.
No matarás.
Asesinados, también en estos días, miembros del ayuntamiento en Chamula. Ayer, un desquiciado acuchilló a 19 minusválidos en un asilo cerca de Tokio.
Degollado, el cura Jacques Hamel, muerto en su iglesia mientras decía la misa, en Rouen, Francia.
Honrarás a tu padre y a tu madre…
¿Qué ya no se enseña eso?
Anteayer, los maestros chiapanecos bloquearon por seis horas el aeropuerto en Tuxtla. En Iguala, la Ceteg tomó la caseta de peaje. Los niños en Oaxaca llevan meses tomando clases un día sí y otro no. Mientras, los adultos nos amenazamos e inculpamos el uno al otro, sin pensar en la responsabilidad de cada uno en el estado de las cosas. Hay demasiada gente afecta a insultar; que odia al prójimo o lo menosprecia.
No robarás.
No cometerás actos impuros.
No dirás falso testimonio ni mentirás.
Cero y van ocho. Vamos peor que contra la selección chilena.
No darás falso testimonio ni dirás mentiras.
La prensa está repleta de declaraciones falsas y notas sesgadas, justificadas, cuando tienen que dar alguna justificación, porque supuestamente siempre hay otros que dicen mentiras peores. Hugo Chávez llamó escuálidos
a sus opositores, y calificó los (pocos) triunfos electorales de la oposición de victorias de la mierda
. No se asumió como presidente de todos los venezolanos, sino sólo como paladín de sus seguidores, que eran, a sus ojos, los únicos venezolanos verdaderos. Ayer, ya a la defensiva por su desastre económico, el representante del Estado Mayor de la Comunicación del gobierno venezolano acusó a los antichavistas de tener un odio irracional
al gobierno. Acusar al otro siempre sirve para justificarse uno mismo: es la política de fijarse por regla sólo en la paja en el ojo ajeno.
No robarás.
¡No robarás! Hoy el poder de los capitales permite que particulares roben al público sin que sus actos alcancen siquiera a ser tipificados como robos. Plagan el espacio público de espectaculares gigantescos –colonizando la imaginación del que debe por fuerza transitar– y ni hacen consultas ni le pagan al público por el privilegio de ocupar un espacio en su cerebro. Y si no, construyen edificios de 30 pisos sin pagar derechos por el espacio aéreo colectivo que ocupan, que no les pertenece, del mismo modo que tampoco es suyo el subsuelo. Las compañías compran listas de nombres y números particulares para llamarlos e intentar realizar ventas. Contestas el aparato y te roban tu tiempo. ¿No están violando las compañías el mandamiento?
Y esos son los robos relativamente pacíficos de bienes públicos… son robos que aún están cobijados por la legalidad (¡ojalá y la nueva constitución de la Ciudad de México los prohibiera!). Están aparte, por supuesto, los mil robos violentos: los robos a mano armada, la extorsión y el chantaje. Son todos ya tan frecuentes, que hay zonas en que el linchamiento es ya un recurso legítimo. A todo eso hay que agregar los robos por corrupción…
No robarás.
No cometarás actos impuros.
En el espacio público se habla de la pureza como si fuese algo extraordinariamente heroico, o si no infantil (y ridículo), pero la pureza es en realidad algo muy íntimo y cercano. Es algo que todos tenemos al alcance, porque parte de la distinción entre el sí y el no.
No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
No codiciarás bienes ajenos.
Traduzco estos dos mandamientos a términos positivos y generales: tendrás una conciencia. Te debatirás internamente respecto de tus deseos. En otras palabras, no eres insignificante ni eres esclavo de tus deseos. No eres un gusano. Tienes conciencia. Tendrás conciencia: ese es un mandamiento.
Santificarás las fiestas. (No tomarás rehenes en una iglesia. No degollarás a su sacerdote mientras dice misa.)
Hace unos días, los ciudadanos que se alzaron valientemente contra el golpe de Estado en Turquía pasaron luego a patear ferozmente a los soldados que estaban derrotados, desarmados y arrodillados, gritando ¡Allahu Akbar! (¡Dios es grande!)
No tomarás el nombre de Dios en vano.
“Los migrantes mexicanos a Estados Unidos son mayoritariamente violadores y narcos, construyamos un muro y hagamos que ellos lo paguen”, clama Donald Trump.
No levantarás falso testimonio.
Tendrás conciencia. No robarás. No matarás. Amarás a Dios por encima de todas las cosas.