Arranque perfecto de Pachuca y Águilas
l cielo pinta de amarillo. Las Águilas vuelan plácidas en el arranque del torneo de su centenario tras dos victorias en fila. Además, la directiva hizo excesivo ruido con la adquisición que llevó a cabo el Benfica, por 22 millones de euros, del atacante Raúl Jiménez, quien ya militaba a préstamo en el equipo luso, pero que por fin realizó la compra oficial.
Sin haber sido titular del cuadro portugués, Jiménez supo convertirse en el revulsivo cuando le tocó entrar de cambio; apenas hizo cinco goles en 28 partidos, pero el club amarillo festejó porque es el torneo del centenario y está urgido de celebrar absolutamente todo, aunque la tajada grande de la transacción haya correspondido al Atlético de Madrid, dueño mayoritario de su carta.
El América aprovechó el sábado la gris presentación en la capital del país de un Toluca que desde hace varios torneos va en picada, con una directiva sin personalidad y con un técnico novato en el máximo circuito, algo inapropiado para un equipo que es, junto a Pachuca, el máximo ganador en los torneos cortos.
Las Chivas estaban obligadas a la victoria por la puesta en marcha de su tan cuestionado sistema de difusión de partidos; el rival, Monterrey, flamante subcampeón, parecía un gran obstáculo; no obstante, un golazo de Néstor Calderón fue suficiente para sacarlas del lío y echarse a la bolsa sus primeros tres puntos y, de paso, dejar en un segundo plano las fallas de transmisión.
Los que quedaron mal fueron Pumas y Cruz Azul. Como siempre, la crítica es mayor para el cuadro cementero. Hay razón, porque, a diferencia de los auriazules, los celestes mantuvieron el mismo cuerpo técnico y su columna vertebral fue reforzada; no obstante, siguen fallos en el tiro a gol y en 180 minutos en la Liga Mx no han podido anotar. Los abucheos del público sobre Guerrón son señal de impaciencia.
El equipo de la UNAM tuvo más movimientos y está en proceso de compenetración con el cuerpo técnico que encabeza Juan Francisco Palencia; aparte, Pumas se desprendió de valiosos atacantes y tuvo la fortuna de conservar al portero Alejandro Palacios, al que había puesto transferible. Los cuatro puntos en su haber son una cosecha aceptable.
Esta semana de nuevo apareció el tema de los tiros de penal. Tal parece que cobrarlos se ha convertido en una especialidad y cada equipo, cada entrenador, estaría forzado a tener tiradores oficiales. Es incorrecto. Cualquier jugador integrante de un plantel profesional –que entrena todos los días– debe estar en condiciones de cobrar la pena máxima.
Wilson Morelo, atacante colombiano del Pachuca, falló desde los 11 metros en la victoria de su equipo en visita a los Jaguares; se enfadó tanto que no cejó de merodear el área hasta lavar su error; por fortuna, en la recta final pudo hacerlo y con un cabezazo redondeó la victoria de los Tuzos, que también llevan paso perfecto.
Oribe Cepillo Peralta el sábado se plantó con la concentración suficiente al minuto 15 e hizo efectivo el tiro de penal. Lionel Messi, en la final de la Copa América, estaba decaído y falló. Resulta pues que resolver con acierto ese disparo es cuestión de determinación, carácter, concentración y estado anímico, además de la técnica suficiente: esa que se logra con la práctica.
Parece entonces desproporcionado el aura con que en Chivas quiere proteger al Gullit Peña quitándole la tarea y pasando la estafeta (la responsabilidad y la presión) a Néstor Calderón. Peña debería exorcizar sus demonios, aplicarse en los ensayos, y la próxima vez tomar el balón con determinación, plantarse y cobrar de forma impecable, como hace años lo hizo en situación similar Alberto García Aspe.
Por fin el técnico del equipo olímpico Raúl Potro Gutiérrez tiene plantel completo; quizá no son los que quería, pero deberá preparar a contrarreloj su último juego amistoso. Entre sus filas ya está el motivado Peralta, vigente medallista olímpico y que robó cámara en la fecha dos con su triplete sobre los Diablos.
El jueves en la Angelópolis frente a Argentina el equipo se despedirá rumbo a la defensa del cetro. Enfrenta a una selección armada al vapor tras la renuncia del Tata Martino, pero que retomó el trabajo con seriedad bajo la batuta de Julio Olarticochea. Alemania espera al Tri olímpico el 4 de agosto. Gutiérrez arrastra una serie de reveses, el más notorio en Toulón, pero puede presumir su amplia experiencia en selecciones menores.