Xalapa, Veracruz.

El Congreso de Veracruz aprobó con 29 votos a favor, 18 en contra y dos abstenciones la iniciativa del gobernador Javier Duarte de Ochoa que permite usar el dinero recaudado con el impuesto del 3 por ciento a las nóminas para pagar adeudos por más de 11 mil millones de pesos a proveedores y contratistas.

Joaquín Guzmán Avilés, coordinador de la bancada panista, presentó una moción suspensiva por considerar que el dictamen no cumplía los requisitos legales para ser presentado al pleno.

La mayoría priísta rechazó la propuesta, a lo que siguió una serie de mociones aclaratorias de los diputados Jorge Vera, Alejandro Zairick, Hugo Fernández y Carmen Pontón, quienes pusieron en evidencia los vacíos jurídicos de la iniciativa y solicitaron documentos que la sustentaran.

Sin embargo, la mesa directiva del Congreso local no pudo presentar los oficios de la Secretaría de Finanzas y Planeación y de la Contraloría del estado que garanticen que las personas morales o físicas que están en la lista de acreedores no estén siendo investigados por el Servicio de Administración Tributaria.

Tampoco presentó el oficio de la Contraloría General del estado que explique por qué los órganos de control no informaron del retraso en los pagos a proveedores y contratistas.

Agazapada en sus curules, la mayoría priísta, que dirige Juan Nicolás Callejas Arroyo, sólo ignoró los cuestionamientos de la oposición.

Jorge Vera, del Partido Acción Nacional, llamó a la iniciativa el Fobaproa veracruzano y advirtió que su aprobación: Avalará una serie de delitos cometidos por servidores públicos corruptos que no saben explicar dónde quedó el dinero.

El único que defendió el dictamen fue Francisco Garrido, del partido Alternativa Veracruzana, quien consideró que da garantías de pago a los empresarios veracruzanos a los que el gobierno les adeuda.

En su intervención, el panista Julen Rementería del Puerto anunció que presentarán recursos de inconstitucionalidad para echar abajo la iniciativa.