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Busca el republicano apaciguar sospechas en las filas conservadoras

El gobernador de Indiana será el compañero de fórmula de Trump
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Mike Pence y Donald Trump, durante un acto proselitista en IndianaFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 16 de julio de 2016, p. 23

Nueva York.

Donald Trump eligió como compañero de fórmula a Mike Pence para apaciguar sospechas entre conservadores tradicionales del Partido Republicano, demostrar su compromiso con la agenda derechista de oposición al aborto y derechos gay y para tratar de complacer a parte de la cúpula del partido, que ha dividido durante su campaña.

Pence, gobernador de Indiana, es un militante conservador. Durante sus 12 años como legislador federal y gobernador es conocido por sus medidas antigay y antiaborto.

Lo más notable de Pence es lo poco destacable que es entre el público. Ha sobresalido como guerrero conservador, al encabezar los esfuerzos del Congreso por anular el financiamiento a la organización de servicios de salud para mujeres Planned Parenthood.

Como gobernador promulgó una ley que permitía que negocios negaran servicios a parejas gay bajo una justificación de libertad religiosa.

Esto causó un boicot empresarial que costó al estado decenas de millones en pérdidas, al cancelarse eventos y convenciones en el estado. La ley fue enmendada después.

Pence es confiable para un influyente sector republicano y estratégicamente importante para la campaña de Trump, tanto en términos de fondos como en apoyo en las urnas. Se le percibe como un político estable y firme. Líderes republicanos, como el presidente de la cámara baja Paul Ryan y el líder del Senado, manifestaron que aprobarían su selección.

Sus credenciales como conservador social también ayudan a Trump entre las filas republicanas, sobre todo la derecha cristiana, que duda de la sinceridad del magnate en temas asociados con valores familiares: posiciones antiaborto y antiderechos gay, entre otros.

Analistas interpretan la selección como una maniobra para apaciguar a los conservadores que buscan descarrilar la coronación de Trump en la convención nacional del partido el próximo lunes en Cleveland.

Pence ha discrepado de algunas posiciones de su nuevo jefe. Como legislador apoyó el acuerdo transpacífico y la agenda de libre comercio que Trump ha colocado al centro de su campaña, al prometer renegociar y supender convenios de comercio.

Pence votó por la guerra en Irak, tema que Trump califica como fracaso de la política exterior del gobierno del ex presidente George W. Bush.

Cuando Trump propuso prohibir el ingreso de musulmanes al país, Pence tildó la idea de ofensiva e inconstitucional.

El riesgo político para Pence reside en que una amplia porción de la cúpula republicana no se presentará en la convención nacional, en la que coronarán al nuevo dúo dinámico de la derecha. Los republicanos más prominentes no desean asociarse políticamente con Trump. Por ello, la lista de vicepresidenciables era no sólo corta, sino que carecía de figuras destacadas.

El ex presidente de la cámara baja Newt Gingrich y el gobernador de Nueva Jersey Chris Christie eran viables, pero sobre ambos pesan escándalos políticos y personales.

El jueves los miembros de la campaña de Trump filtraron que sería Pence y que el anuncio formal se haría este viernes. Tras la tragedia en Niza, Trump dijo que postergaría la información por respeto a los acontecimientos. Evidentemente cambió de opinión.

El equipo de la demócrata Hillary Clinton subrayó que Pence es un extremista en temas de migración y derechos laborales, por lo que juzgó que la campaña de Trump seguriá creando divisiones y discriminación.