La Comisión Permanente del Congreso declaró la validez de la reforma constitucional en materia de asilo y condición de refugiados, luego de que 22 congresos estatales aprobaron la iniciativa.

Mark Manly, representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), destacó en el Senado que México podría hacer más en la materia: en el contexto de un país con 120 millones de habitantes y una gran tradición de brindar protección a las personas que huyen de la violencia y violaciones de los derechos humanos, unos miles no es mucho. México sí tiene capacidad.

En el pleno, el presidente de la Permanente, el panista Roberto Gil Zuarth, declaró aprobado el decreto que reforma el segundo párrafo del artículo 11 de la Carta Magna.

Al referirse a esa declaratoria, el priísta Enrique Burgos destacó en el pleno que con esta reforma toda persona podrá disfrutar en nuestro país el derecho a buscar y recibir asilo, así como el reconocimiento de refugiado.

La senadora del Partido Acción Nacional (PAN) Gabriela Cuevas precisó que en México el número de solicitantes de asilo y refugiados procedentes de Guatemala, Honduras y El Salvador pasó de 20 mil 900 personas en 2012, a 109 mil 800 en 2015, es decir, 400 por ciento más, en sólo tres años.

Manifestó preocupación de que México haya reducido “a un mínimo histórico las autorizaciones para refugiados, permitiendo 270 refugiados en 2013 y 451 en 2014, incluidos 16 personas de origen sirio y únicamente 35 niñas, niños y adolescentes, en 2014 y 2015.

Asistieron como invitados a la declaratoria de validez de la reforma constitucional al artículo 11 Jan Jarab, representante de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos; el comisionado Mark Manly, de la Acnur; Santiago Corcuera, investigador e integrante del Grupo de Trabajo de Desapariciones Forzadas de la ONU; Karen Mercado, de Be Foundation, y Alejandra Macías, de Asylum Access.

Por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el diputado Omar Ortega resaltó que de acuerdo con información de diversas fuentes, en México se han realizado mil 383 solicitudes de asilo, de las cuales sólo 282 fueron reconocidos, lo que significa 20 por ciento, según la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados. Y también son muy pocas las visas por razones humanitarias que el Estado ha otorgado.

El senador Héctor Menchaca refirió que en el mundo hay 60 millones de desplazados, y destacó que Human Rights Watch señala en su informe Puertas cerradas: el fracaso de México a la hora de proteger a niños refugiados y migrantes de América Central, que los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) no informar a los menores migrantes de su derecho a solicitar el reconocimiento como refugiados, dando como resultado la deportación, y el regreso a la realidad de la que trataban de huir, poniendo en riesgo su integridad y hasta su vida.

Posteriormente, en conferencia de prensa, Jan Jarab señaló que esta reforma es la transformación más virtuosa que ha experimentado México en la materia en su historia contemporánea y representa un momento histórico, porque la reforma cierra un capítulo que se dejó abierto desde las modificaciones constitucionales de derechos humanos de 2011.

Manly, a su vez, aseveró: la reforma constitucional refleja fielmente el espíritu y solidaridad que ha caracterizado históricamente el pueblo y el gobierno mexicano, de acoger a personas que huyen de conflictos armados o de la persecución.