El proyecto de constitución de la Ciudad de México incluirá la creación de un instituto de planeación urbana que se encargará de regular la política en esta materia, señaló Porfirio Muñoz Ledo, secretario ejecutivo de la comisión redactora de ese documento.

Luego de participar en un foro sobre la inclusión del derecho a la madre tierra en la carta magna capitalina, afirmó que no se tratará de un organismo burocrático, sino que tendrá carácter técnico, que será rector de todo lo que tenga que ver con el territorio, como el uso de suelo y las áreas de reserva y urbanas.

Agregó que el instituto estaría formado por miembros de la administración local, de la academia, por expertos y organizaciones sociales, con la facultad de hacerse cargo de la planeación urbana a largo plazo, por lo que será una instancia que deberá poner orden en esta materia y defender los derechos de la ciudad y sus habitantes.

Muñoz Ledo aclaró que no se trata de crear más organismos, por el contrario, en el proyecto de Constitución vamos a preconizar una administración austera.

En ese acto también participó el titular de la Consejería Jurídica y de Servicios Legales local, Manuel Granados Covarrubias, quien informó que el próximo martes será la última reunión del grupo redactor del proyecto de constitución, para dar paso a la elaboración del articulado del documento, que estará a cargo de personas como Muñoz Ledo, el jurista Rogelio Muñiz y él mismo.

Por otra parte, el legislador local Luis Alberto Chávez García exhortó a la Asamblea Constituyente a que en la carta magna de la Ciudad de México quede asentado el derecho a la alimentación libre de transgénicos, tomando en cuenta la naturaleza antropológica, arqueológica y cultural del maíz.

Se trata de proteger a los campesinos y productores locales, pero sobre todo proteger la alimentación adecuada de los capitalinos, indicó el legislador, quien exhortó también a las secretarías de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación y a la de Medio Ambiente y Recursos Naturales a que tomen en cuenta las afectaciones a la alimentación del pueblo y a los pequeños productores, así como el juicio colectivo promovido por científicos, especialistas y campesinos respecto de la siembra de maíz transgénico.

El perredista cuestionó que las autoridades federales hayan litigado del lado de las empresas trasnacionales, desfavoreciendo a los productores mexicanos y poniendo en riesgo la alimentación del pueblo de México, y ver el maíz sólo como un producto que genera ganancias.

La Ciudad de México, al encontrarse en un momento decisivo en su historia, tiene la enorme oportunidad de establecer en su primera carta magna los principios para defender este preciado grano en sus aspectos alimenticio, cultural y productivo, apuntó.