Roma.

La restauración exterior del Coliseo de Roma quedó oficialmente concluida ayer con un acto en el que el primer ministro italiano, Matteo Renzi; el titular del Ministerio de Cultura, Dario Franceschini, y el empresario y financiador de la obra Diego Della Valle hicieron una evaluación.

El gobierno de Italia llamó ayer a los empresarios a emular a la firma de lujo Tod’s y ayudar financieramente en la conservación de los monumentos del país, en un acto.

Hoy demostramos que (los sectores público y privado) pueden trabajar juntos y decimos gracias a Della Valle, afirmó Franceschini. Es una señal y una invitación a otros empresarios para que hagan lo mismo.

Los trabajos se efectuaron con gran cuidado y siguiendo los máximos requerimientos técnicos, añadió el ministro.

La participación de Della Valle, dueño del consorcio de lujo Tod’s y que ha puesto a disposición 25 millones de euros necesarios para la restauración, generó un agrio debate en el país.

El ministro agregó que se debe agradecer al empresario no sólo su generosidad, sino su paciencia ante los cuestionamientos sobre sus verdaderos motivos y las barreras burocráticas y judiciales que demoraron durante años la restauración del Coliseo.

Es algo bonito para Italia, una buena señal. Este monumento representa al país, dijo el empresario del calzado, citado por los medios, y anunció una recaudación de fondos entre otros hombres de negocios en una cena de gala, anoche.

Entre los monumentos que necesitan obras de mantenimiento citó las ruinas de Pompeya, el palacio real de Caserta y los templos griegos de Sicilia.

La Fuente de Trevi, otro ejemplo

También Renzi elogió la participación del millonario. Tenemos que acabar con las peleas por la herencia cultural de Italia, dijo el primer ministro.

Los medios están allí, tanto a nivel público como privado. Esta colaboración demuestra que han quedado atrás los tiempos en los que no se podían hacer las cosas en Italia.

Ya hay otras grandes compañías implicadas, como la casa de modas Fendi, que aportó 2.2 millones de euros para la restauración de la Fuente de Trevi, proyecto concluido en noviembre.

Franceschini dijo que tras la introducción de una deducción de impuestos de 65 por ciento sobre las donaciones para el arte, aprobada en 2014, se han reunido más de 100 millones de euros de unos 3 mil aportantes.

El Coliseo, construido entre los años 70 y 80 dC, era utilizado en la Antigüedad por los emperadores romanos como lugar de ejecuciones y celebrar sangrientos actos deportivos.

Los combates de gladiadores eran vistos hasta por 50 mil espectadores.

Tras la caída del Imperio Romano, el anfiteatro ya no se usó y en el siglo VI fue demolido parcialmente después de un terremoto. Por eso, hoy está incompleto. El siguiente paso será renovar la parte interna, un trabajo que se extenderá según Franceschini hasta 2018.

Las arcadas del Coliseo de Roma recuperaron ayer su esplendor después de tres años de una compleja restauración financiada en parte por un famoso industrial, esquema que el gobierno italiano quiere aplicar a otros monumentos históricos.

Comenzó en septiembre de 2013 y se centró por ahora en la limpieza de las imponentes arcadas de la fachada, afectadas por el polvo y la contaminación de los automóviles que circulan a su alrededor.

Siguiendo criterios científicos rigurosos, las arcadas de los lados norte y sur fueron reforzadas también para impedir su degradación tras casi 2 mil años de su construcción.

Los 25 millones de euros para la restauración, aportados por Diego Della Valle, se dividen en tres partes y se incluye sucesivamente la reconstrucción de los subterráneos y la creación de un centro de servicios, para lo cual se necesitarán más fondos.

El popular monumento, entre los más visitados del mundo, es el verdadero símbolo histórico de Italia, comentó el empresario, quien quiso dar el ejemplo para que otros industriales se comprometan a financiar tanto el mantenimiento como la recuperación de importantes monumentos y obras artísticas de Roma, deterioradas por el tiempo y el turismo.

Es el caso de la Fuente de Trevi, limpiada con aportes de la casa de moda Fendi, y de las escaleras de la Plaza de España, renovadas gracias al joyero Bulgari. Mantener en buen estado el inmenso patrimonio artístico de Italia es una labor titánica, sobre todo debido a la crisis económica y al aumento de un turismo con menos recursos.

No hay tiempo para quejarse de que no hay dinero para la cultura. Hay que unir recursos públicos y privados, reconoció el primer ministro Renzi.

El gobierno prometió que aportará 18 millones de euros para completar las otras fases de la restauración, que incluye también la creación de un palco, como el que existía, para conciertos y actos culturales, como ocurría en la Roma antigua.

El anfiteatro Flavio, más conocido con el nombre del Coliseo, es el más grande que se haya construido en el Imperio Romano y de acuerdo con el ministerio de Cultura italiano, en 2015 fue visitado por 6.5 millones de personas.