Senadores de PAN y PRD exigieron al gobierno federal garantizar una transición pacífica en Veracruz, Chihuahua y Quintana Roo, luego de lamentar los hechos violentos contra dirigentes panistas en tierras veracruzanas.

El presidente del Senado, el panista Roberto Gil Zuarth, consideró irresponsable, condenable y cuestionable el caso de Veracruz, donde el gobernador saliente, Javier Duarte, quiere imponer un fiscal anticorrupción, para que no sea investigado por malversación de recursos y enriquecimiento ilegal.

Ricardo Anaya, dirigente del blanquiazul, criticó que el PRI pretenda armar paquetes de impunidad para los gobernadores salientes en los tres estados. Los priístas no entendieron el mensaje que la sociedad les dio en los pasados comicios, puntualizó.

El coordinador del PRD en el Senado, Miguel Barbosa, calificó de grave lo ocurrido un día antes en Jalapa, donde Anaya, Santiago Creel y el gobernador electo, Miguel Ángel Yunes, fueron agredidos por integrantes del movimiento de los 400 pueblos, organización manejada por César del Ángel, cuyo odio hacia Yunes ha sido histórico.

Entrevistado en el Senado, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, señaló que no es correcto que los gobernadores salientes nombren a fiscales anticorrupción y otros funcionarios a modo, porque la impunidad es el más grave problema que tenemos. Agregó que se debe perseguir todo tipo de corrupción, pero institucionalmente, ya que no podremos aceptar un clima de linchamiento político ni de revanchismo.

Gil Zuarth recalcó que durante dos décadas y media ha habido transición en el país y jamás se habían vivido las tensiones actuales.