En el país no hay buena predicción en materia climática. Los modelos no permiten tener detalle de lo que ocurre; además, hay un sistema de redes meteorológicas pobres, advirtió José Sarukhán, coordinador nacional de la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (Conabio).

Durante su participación en el Encuentro Nacional de Respuestas al Cambio Climático y la Calidad del Aire, organizado por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (Inecc), sostuvo que hay grandes deficiencias en la materia. Los modelos climáticos me recuerdan a los rompecabezas para niños chiquitos, donde hay cuatro piezas y hay que armarlas. No hay manera de tener detalle.

Agregó que desafortunadamente hay un sistema de redes meteorológicas pobre. Aunque se hace un esfuerzo en ello, una estación meteorológica no es útil al día siguiente, sino que a partir de que se instala deben pasar 10 años para tener una tendencia y una idea de saber lo que pasa en el lugar donde se establece.

“Son esas cosas donde uno dice ‘¿cómo no se les ocurrió que era una infraestructura e información necesaria para el país?’ No ayuda para tener buenos modelos y resulta muy difícil predecir los efectos del cambio climático sobre diversidad biológica”, señaló.

Hay que recordar que este año la Comisión Nacional del Agua canceló el crédito de 105 millones de dólares del Banco Mundial para la modernización del Servicio Meteorológico Nacional, con que contaba desde 2012 y del que no utilizó un solo dólar.

Sarukhán sostuvo que tampoco hay estudios de dinámica de población de especies, lo cual requiere trabajo de largo tiempo, como hizo un equipo de expertos durante 30 años con una palma en los Tuxtlas, donde ocurrió un profundo cambio de la población de esta especie.

Advirtió que el país tiene ecosistemas vulnerables, como las partes altas de las montañas, las islas y lagos. En México los bosques de montaña, caducifolios, están en riesgo; se trata de regiones que son ricas en especies, están en severo riesgo. Agregó que entre el cambio climático y la contaminación en cuerpos de agua, los arrecifes del Caribe se afectarán más de lo que ya han sido impactados por el desarrollo en Quintana Roo, con el azolve y la contaminación.

Detalló que el incremento de la temperatura en el mar ha ocasionado una creciente incapacidad de organismos marinos de fijar calcio, como es el caso de los corales, y no hay forma de calcular el tamaño del efecto. Se afecta a los ecosistemas marinos, de forma que no podemos calcularlo, pero hay una estimación de que va a quedar 10 por ciento de los arrecifes en el mundo en la segunda mitad de este siglo.

Destacó que México es un país megadiverso en términos biológicos y culturales, ya que aquí se encuentra gran cantidad de plantas domesticadas, como el maíz y el frijol; 80 por ciento de los alimentos que se cultivan en el mundo provienen de parcelas pequeñas, de unas dos hectáreas.