Washington.

Después del shock del Brexit, las grandes empresas estadunidenses se esfuerzan para no ceder ante el pánico, pero reclaman claridad sobre el futuro del mercado británico, que ha sido tradicionalmente su puerta de entrada al continente europeo y atractivo por su fiscalidad ventajosa.

Las inversiones estadunidenses en Gran Bretaña suman más de 500 mil millones de dólares, advierte Thomas Donohue, presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos. Con 56 mil 100 millones de dólares de exportaciones en 2015, Reino Unido es el principal destino de mercancías estadunidenses en la Unión Europea (UE).

El sector de servicios, sobre todo el financiero, está igualmente presente en la City de Londres, donde Wall Street emplea a decenas de miles de personas.

En tanto, en Kingston, el académico de la Universidad West Indies, Hilary Beckles, instó a los países del Caribe a prepararse para el impacto de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, que podría afectar negativamente a la región.

La volatilidad desatada por el Brexit generaba el domingo ansiedad en Asia, pocas horas antes de la apertura de los mercados, especialmente en China, Japón y Corea del Sur, que han centrado su atención en los riesgos para la estabilidad financiera global.

Desde cadenas de ropa hasta fabricantes de automóviles, los grandes emblemas del Corporate USA se apoyaron durante largo tiempo en el Reino Unido, atraídos por una fiscalidad ventajosa, la lengua y cultura comunes, pero también por un acceso al mercado único europeo.

Exhortamos a todas las partes a encontrar un acuerdo que despeje rápidamente la incertidumbre y permita a Reino Unido mantener un acceso pleno y entero al mercado único europeo, insta Mark Dorsett, director en Reino Unido del gigante de la construcción Caterpillar.

El fabricante de automóviles Ford espera que siga la libre circulación de bienes en la UE con Reino Unido, pero no excluye un cambio estratégico. Ford tomará todas las medidas necesarias para asegurar que sus actividades europeas continúen siendo competitivas y se mantengan en una trayectoria de rentabilidad duradera, indica un portavoz, aunque asegura que por el momento no se ha decidido ningún cambio. Su rival, General Motors, llamó a Londres y Bruselas a abrir discusiones sobre una nueva asociación.

Es igualmente importante que nuestra actividad continúe beneficiándose de la libre circulación de bienes y de personas durante este periodo, pide Klaus-Peter Martin, portavoz de la compañía estadunidense.

Una caída prolongada de la moneda británica, que ya se desplomó frente al dólar y el euro, podría igualmente llevar a algunas empresas a repensar su estrategia.