Los artistas mexicanos o extranjeros que radican en el país pagan sus contribuciones fiscales con obra, y el Estado hace una suerte de devolución de impuestos al pueblo de México en forma de cultura.

Así explica José Ramón San Cristóbal Larrea, director general de Promoción Cultural y Acervo Patrimonial de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el leitmotiv de la colección Pago en Especie, que en la actualidad cuenta con casi 5 mil piezas de más de mil 500 autores.

Una selección de ese valioso catálogo se muestra a partir de hoy en la Galería de Palacio Nacional, en la exposición Arte para la nación, la cual propone una lectura lúdica distinta, no didáctica ni cronológica, para mostrar la riqueza y densidad de la colección, dijo el curador James Oles.

En 1957 México dispuso la opción para que los artistas pudieran cumplir sus obligaciones tributarias mediante la entrega de obras de su autoría. Diego Rivera y Rufino Tamayo fueron los primeros en aportar sus creaciones.

Durante las recientes seis décadas el Programa Pago en Especie ha hecho posible que el Estado integre una de las colecciones de arte moderno y contemporáneo más importantes del país, después de las que poseen los institutos nacionales de Antropología e Historia (INAH) y de Bellas Artes (INBA), así como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Un comité determina qué pieza se considera patrimonial y cuáles se destinan a convertirse en embajadoras culturales al ser enviadas a las representaciones diplomáticas mexicanas en el extranjero. A la fecha, se han montado 53 exposiciones en el mundo con ese acervo que consta desde pinturas monumentales hasta tarjetas postales intervenidas, esculturas, fotografía, video, instalaciones y textiles.

Arte para la nación reúne 208 obras de 104 artistas de diferentes generaciones y orígenes. La selección curatorial, añadió James Oles, fue democrática y ecléctica, diseñada para enfatizar algunas de las obras emblemáticas de la colección.

Es la primera vez que la Galería Nacional, inaugurada en 2010 con motivo de los festejos del Bicentenario de la Independencia, se abre al diálogo entre artistas, dijo Susana Pliego, directora de relaciones interinstitucionales de ese recinto, en el cual se montó una museografía que propone un recorrido laberíntico.

Ahí están la Venus fotogénica (1935), de Rufino Tamayo; el Teporocho (1973), de Rafael Coronel; un autorretrato de José Luis Cuevas, junto a uno del Dr. Lakra; una llanta intervenida por Betsabeé Romero; Niña de Juchitán (1997), de Carla Rippey; Homenaje a Zapata, de Alberto Gironella, y los cuadernos de dibujos de Francisco Toledo.

El curador indicó que 30 por ciento de las obras son de mujeres, como Leonora Carrington, Marta Palau, Cordelia Urueta, Leticia Arroyo, Fernanda Brunet, Yvonne Domenge y Graciela Iturbide.

También se instaló un espacio para pensar y divertirse, en el cual el público, sobre todo los niños, tendrá oportunidad de desarrollar diversas actividades y juegos para conocer mejor las obras expuestas.

En la actualidad son más de 900 artistas en activo los que están registrados en la modalidad de pago en especie para cumplir con sus declaraciones fiscales.

Arte para la nación concluirá en octubre, en la Galería de Palacio Nacional (ingreso por Moneda 1, Centro), de martes a domingo, de 9 a 17 horas. Entrada gratuita.