Los profesores disidentes que mantienen la resistencia en la Ciudad de México se movilizaron ayer en protesta por las agresiones de elementos policiacos contra sus compañeros durante enfrentamientos en Oaxaca el domingo pasado, que dejaron ocho personas muertas, y demandaron justicia y castigo a los responsables, pues –denunciaron– efectivos de la Policía Federal accionaron armas de fuego contra los manifestantes.

Debido a estos hechos, los maestros exigieron la renuncia del jefe del Ejecutivo federal, Enrique Peña Nieto, y de los titulares de las secretarías de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño Mayer, y Gobernación (SG), Miguel Ángel Osorio Chong, a quienes responsabilizaron, junto al gobernador del estado, Gabino Cué, de las muertes.

Fue una larga jornada para los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que participan en el plantón que desde hace varias semanas mantienen en la Plaza de la Ciudadela. Primero se organizaron para marchar desde ese punto hasta avenida Chapultepec, frente a la sede de Televisa, donde formaron una larga valla humana –sin impedir el tránsito vehicular– para dar información sobre lo sucedido en Oaxaca.

La acción central se dio durante la noche, con una marcha silenciosa desde el campamento de la Ciudadela hasta el llamado Antimonumento a los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, ubicado en la cruce del Paseo de la Reforma y Bucareli.

Poco antes de las nueve de la noche, docentes de Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacán y la Ciudad de México iniciaron la movilización silenciosa, que –dijeron– efectuaron en memoria de las víctimas del domingo. Al llegar al Antimonumento encendieron decenas de veladoras y señalaron que esta lucha no sólo es de los profesores disidentes, sino del pueblo de México.

En Nochixtlán no cayeron sólo maestros abatidos por las balas del verdugo heredero de las masacres de Acteal, Atenco y de otras partes del país, donde también cayeron madres de familia y hasta estudiantes de primaria. Por eso esta noche se les rinde tributo a su memoria, pero sobre todo refrenda el compromiso de la lucha. Repudiamos la actitud obcecada y necia del gobierno federal, que con insensibilidad total ha cerrado todas las puertas al diálogo y la negociación, señalaron en un pronunciamiento leído al concluir la marcha.

Los profesores y otras personas que se sumaron a la caminata avanzaron con antorchas y veladoras encendidas. Llevaban carteles con mensajes contra las autoridades y banderas negras con el escudo nacional. Exigieron alto a la represión en Oaxaca, que se investiguen los hechos y se finque responsabilidades a todos los culpables. Pese a la lluvia fueron cientos los que se sumaron a la movilización.

No era necesario que cayeran compañeros abatidos por las balas para que pueda haber una respuesta de las autoridades. Y respecto de las declaraciones de Peña Nieto de que habrá solución al conflicto conforme a derecho, los docentes acotaron que si las leyes siguen siendo las de ellos, la salida será totalmente injusta.

Por la tarde, durante la formación de la valla humana, los profesores mostraron carteles en los que repudiaron la violencia contra sus compañeros en Oaxaca y la detención de líderes y otros integrantes de la coordinadora. La CNTE está de luto, Fue el Estado, Oaxaca sangra, Ser maestro no es un delito, matarlos sí, fueron algunos de los mensajes del magisterio.