El titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), Renato Sales Heredia, ordenó a la unidad de asuntos internos y a la inspectoría general de esa institución investigar los enfrentamientos del pasado domingo en Asunción Nochixtlán, Oaxaca, en los que al menos ocho personas perdieron la vida y un centenar resultaron heridas.

El objetivo de la investigación, precisó la dependencia en un comunicado de dos párrafos, es deslindar responsabilidades de la Policía Federal (PF) y, en su caso, actuar en consecuencia.

Se recabarán todos los elementos que sean necesarios para esclarecer estos acontecimientos. Asimismo, reprueba cualquier conducta alejada de la observancia de la ley, así como de los protocolos de actuación; asimismo, está en la mejor disposición de atender y ofrecer la mayor información al dar puntual seguimiento a la investigación.

El pasado domingo, en dos distintos comunicados, la CNS informó que los elementos federales no estaban armados durante el operativo. Sin embargo, el mismo día por la noche, el comisionado general de la PF, Enrique Galindo Ceballos, afirmó que sí estaban armados tras detectar la presencia de personas que portaban armamento.

Ayer, en varias entrevistas televisivas y radiofónicas, el comisionado de la PF ratificó que inicialmente en Oaxaca se buscó contener a los maestros sin el uso de armas, pero dadas las circunstancias, fue necesario usarlas.

Emboscada

Según Galindo, el pasado domingo el escenario en Oaxaca cambió alrededor de las 10:30 horas de forma radical, pues varias personas se aglutinaron y emboscaron a los elementos de seguridad que participaban en el desalojo y liberación de carreteras.

Añadió que el primer ejercicio de desalojo se llevó a cabo sin incidentes, pero a la hora mencionada los manifestantes se reagruparon y, además de disparos, arrojaron bombas molotov y cohetones de alto poder.

De su lado, la Procuraduría General de la República (PGR) envió a Oaxaca a varios peritos de la Dirección General de Servicios Periciales (DGSP) para realizar autopsias a los muertos y levantar los estudios de criminalística en el lugar de los disturbios.

Funcionarios federales entrevistados dijeron que una de las líneas de la investigación abierta por la fiscalía de Oaxaca y la PGR (coadyuvante de la investigación) apunta a que después de la retención de cinco elementos de la PF, cuando la coorporación federal emprendió el rescate de sus compañeros, integrantes de grupos simpatizantes del magisterio, como el Frente Amplio de Lucha Popular, el Consejo de la Defensa de los Derechos del Pueblo y Comuna Oaxaca (esta última encabezada por Flavio Sosa) agredieron a los uniformados con artefactos explosivos y otros objetos.

También se investiga a los agentes policiacos que participaron en el enfrentamiento ante la posible comisión de abuso de autoridad y violación a los protocolos del ejercicio de la fuerza pública.

El pasado domingo, policías federales se enfrentaron con maestros disidentes y otros pobladores que bloquearon por varias horas la autopista Oaxaca-Puebla y la carretera federal 190, en el municipio de Asunción Nochixtlán. Con gas lacrimógeno, los agentes trataron de replegar a los manifestantes, quienes se defendieron con piedras y cohetones.

Algunos maestros y manifestantes se refugiaron en las calles de Nochixtlán, con la intención de reagruparse y regresar. Durante el enfrentamiento, sobre la carretera federal 190, fueron incendiados dos tráileres cargados con pollos vivos y que estaban varados por el bloqueo.