Adultos mayores salieron ayer a la calle para exigir el retiro inmediato de los microbuses, pues se han convertido en ataúdes rodantes, y se ofrezca un transporte digno y accesible para este sector de la población, víctima de cientos de accidentes viales.

Apoyados en bastones o con la ayuda de un compañero de lucha, más de 50 personas realizaron una protesta alrededor de la Plaza de la Constitución, donde además exigieron a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal amarrar las manos a los delegados, que roban el presupuesto sin ningún castigo.

También demandaron leyes más justas que les permitan obtener un empleo e ingresos para subsistir, pues la gran mayoría no tiene pensión ni recibe ayuda económica de hijos u otro familiar; así como aplicar la ley anticorrupción para acabar con la impunidad de muchos funcionarios.

Vestidos de blanco y con un cartel en el que se leía ¡Revolución Blanca en pie de lucha!, los manifestantes partieron de un costado de la Catedral Metropolitana para recorrer la Plaza de la Constitución y hacer tres paradas en las oficinas de la ALDF, el Gobierno de la Ciudad de México y Palacio Nacional.

Comentaron que una de las demandas más sentidas de este sector de la población es poder utilizar un transporte seguro, que no ponga en riesgo nuestra integridad cada vez que lo usamos, como sucede con los microbuses, que te bajan en doble o triple fila, o van echando carreritas sin importales que estás parado, porque nadie te cede el asiento, aun cuando traes bastón o andadera, y si te tardas en subir o bajar, muchas veces eres objeto de agresión verbal y hasta física, porque arrancan sin importarles tu suerte.

Las caídas de los microbuses, agregaron, son constantes porque los escalones son demasiado altos y las puertas estrechas, aunque este problema también se observa en los nuevos autobuses, lo cual deberían revisar las autoridades capitalinas, porque todos vamos para viejos, aunque no lo quieran ver.

La decisión del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, de sacarlos de circulación es una buena medida, porque además de viejos son inseguros, pero se requiere capacitar a los operadores si en verdad se quiere mejorar el servicio. De lo contrario, seguiremos siendo maltratados, afirmaron.

Confiamos en que esta promesa no quede únicamente en el papel y se cumpla, porque desde hace varias administraciones se trae ese proyecto y los cambios son menores, dejando en el olvido a este sector de la población, destacó Emilio Serrano, líder del movimiento.