El Instituto Nacional Electoral (INE) pretende endurecer la regulación a las empresas de estudios de opinión tras detectar que el 5 de junio sólo una encuesta de salida dio resultados cercanos a los oficiales.

El consejero del INE Marco Antonio Baños señaló que revisarán la metodología de dichas casas, porque sus capacidades de predicción están absolutamente mermadas, son totalmente ineficaces.

Heriberto López Romo, presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercado (AMAI), que agrupa a 70 casas de este tipo, admitió que hay preocupación en el sector y están dispuestos a transparentar sus procesos, pero no a que el instituto meta mano en las encuestas.

Baños explicó que propondrá revisar los lineamientos del INE para establecer con mayor claridad la forma de tomar las muestras y el procedimiento que deben seguir las encuestadoras en sus ejercicios de medición.

Hoy sólo hay criterios para la realización de las encuestas. Hay que decirles claramente cómo deben volverlas representativas en una predicción electoral.

Evaluó que se registraron problemas no sólo en las encuestas de salida, sino en todos. Antes de la jornada electoral las encuestas coincidían con lo que después dijeron en las de salida, pero todas fallaron con excepción de una, que dio un punto de ventaja a Javier Corral en Chihuahua, quien al final sí ganó con diferencia mayor.

Para el consejero, presidente de las comisiones de Capacitación y Presupuesto, siendo tan delicado este tema no puede dejarse a una autorregulación de las casas encuestadoras, porque ninguno de los actores políticos, ganador o no, tuvo información cierta sobre el resultado.

Consideró negativo que demasiadas empresas hagan petición excesiva de información al ciudadano y que éste no quiera decirles por quién va a votar y por quién votó.

En torno a las intenciones del INE de regular más a la industria, el dirigente de la AMAI señaló: meterle mano a las encuestas, no. Que nos haga transparentar nuestros procesos, nuestras metodologías, absolutamente dispuesto.

Por reglamentación, aseguró, entregan al INE bases de datos y diversos instrumentos, porque sabemos que en la medida que tengamos fallas no contribuimos positivamente a la credibilidad de los procesos.

Indicó que aún les falta determinar el tamaño de las fallas, porque por unas encuestas se generalizan todas.

La gente cada vez nos rechaza más. Hace 10 años 50 por ciento nos rechazaban, hoy 80 por ciento, expresó. La gente se niega a cooperar, porque está cansada, ha habido saturación y falta de credibilidad.

Se deberán revisar sistemas de representatividad, de selección de puntos de levantamiento de estudios y las formas de interpretar resultados, lo mismo que la capacitación y subcontratación de personal, entre otros temas.

Anunció que en los próximos días se harán seminarios, reflexiones y talleres para definir el origen de los errores, que también han ocurrido antes en otros países, como Inglaterra, Australia y Holanda.