A seis años del fallecimiento de Carlos Monsiváis (1938-2010), la escritora y periodista Elena Poniatowska consideró que el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos y la masacre perpetrada recientemente en un bar gay en Orlando, Florida, en Estados Unidos, habrían afectado mucho al cronista porque fue un hombre que estuvo del lado de las buenas causas.

En el homenaje con motivo del aniversario luctuoso de Monsiváis, que se realizó el sábado en el Museo del Estanquillo, Poniatowska señaló que si viviera el autor de Amor perdido, lo que sucedió en Iguala lo hubiera matado.

Nos hacía mejores personas

La colaboradora de La Jornada sostuvo una charla con el escritor Daniel Barron en la que compartió con el publicó que extrañaba de Monsiváis su lucidez, su sonrisa, su honradez. Él ponía el punto agudo de su inteligencia en cada pensamiento. Carlos nos elevaba, nos levantaba y de verdad nos hacía mejores seres humanos, más preocupados por los demás.

La autora de La noche de Tlatelolco recordó que Monsi defendió varios movimientos sociales, por ejemplo mencionó que en 1999 apoyó a los indígenas y su movimiento No Sin Nosotros.

Señaló que a diferencia de otros escritores que vivían preocupados sólo por su obra, a Monsiváis le interesaba y preocupaba todo: la literatura, la pintura y los problemas sociales, y nunca perdió su capacidad crítica. El futuro, lo que vivimos ahora, lo hubiera destrozado.

La Premio Cervantes de Literatura 2013 evocó diversas etapas de su vida a lado del escritor y cronista mexicano, quien murió el 19 de junio de 2010. Desde situaciones divertidas, como los viajes que hizo con él, además de José Emilio Pacheco y Sergio Pitol, hasta momentos terribles que estremecieron al país.

“Yo vi a Monsi con los ojos llenos de lágrimas, y se ponía rojo de indignación. Decía siempre: ‘no hay derecho, no es justo’”, recordó Poniatowska sobre los días en que recorrió junto con él las calles de la Ciudad de México después del terremoto de 1985.

En el homenaje ¡Seis años recordando a Monsi, sin límite de tiempo! la escritora también evocó esos primeros encuentros que tuvo con el cronista mexicano, y fue muy precisa del día que lo conoció: Fue en la avenida Juárez, estaba con José Emilio Pacheco, porque siempre estaban juntos. Carlos usaba unos anteojos negros impresionantes; ellos estaban siempre cerca de la Secretaría de Relaciones Exteriores, pendientes para ver a Octavio Paz.

Poniatowska recordó las cartas que Monsiváis le escribió mientras él se encontraba en Londres, así como las entrevistas que hizo a los presos de Lecumberri, y con la picardía que caracteriza a la periodista señaló: Los presos siempre te quieren cobrar su prodigiosa vida de mentiras, su prodigiosa vida de verdades y te cuentan todo porque buscan un oído amigo que los escuche.

Como parte del homenaje, Cristina Pacheco, Sandra Lorenzano y Rafael Barajas El Fisgón participaron en una conversación que llevó por título Aquí nos tocó recordarte, Monsi.