Asoma, en El Galeón
Que accedan los niños al arte, leitmotiv de Teatro Al Vacío
Sábado 18 de junio de 2016, p. 7
Hacer valer el derecho de los niños y las niñas al arte y la cultura es motivo de interés de la compañía Teatro Al Vacío.
Con esa finalidad el sábado 11 de junio comenzó temporada Asoma, en el teatro El Galeón, su segunda puesta en escena dirigida a bebés hasta de dos años de edad.
En 2012 la agrupación integrada por cuatro actores/creadores
estrenó Umbo, la primera obra de teatro en México para público de esa edad, que de inmediato llamó la atención. Para dar continuidad a su propuesta escénica y trabajo de investigación, ahora regresan con Asoma, pieza de media hora de duración desarrollada entre hilos que se estiran y textiles que construyen el juego escénico.
José Agüero, integrante de la compañía, expresó en rueda de prensa que ésta trabaja para la primera infancia desde hace ocho años, pues tienen otras obras para niños de tres a seis años. En general sus propuestas tienen que ver con una creación colectiva en la que los actores son los gestores de las obras.
Eso nos importa, porque genera un compromiso de los actores con lo que queremos comunicar y con la experiencia que brindamos a niños y niñas pequeños
, indicó.
Siempre realizan un trabajo de investigación teórica apoyada, sobre todo, en ideas relacionadas con la neurociencia, el cuerpo, el movimiento y la materialidad de los objetos.
Asoma es una obra estructurada, con principio y fin. Sin embargo, no tiene una historia como tal pues los bebés no pueden seguir una narración.
“Para Asoma trabajamos a partir del vínculo que se establece entre los bebés y los adultos que los cuidan. Y, cómo ese nexo es relevante para que ellos puedan adquirir luego seguridad y andar en el mundo. Trabajamos a partir de lo que implica el apego sano, de que un niño que estaba muy cuidado, luego puede salir al mundo.
Trabajamos con unos ovillos de tela que dibujan líneas que se remiten a los vínculos entre los adultos, los niños y los seres humanos
, explicó Agüero.
El espacio escénico, que es reducido e íntimo, recuerda un nido en el que los cuatro actores juegan con los objetos a partir de la idea de ir y regresar, de la individualidad y la colectividad
.
Juego para involucrar a los niños
En obras como Umbo y Asoma, los integrantes de la compañía se llaman actores/jugadores
, porque no hay un personaje como tal. Estamos en escena y proponemos un juego, primero, entre nosotros para los espectadores que están muy cerca. En cierto momento niños y niñas se involucran en este juego
, acotó Agüero.
Consideramos el teatro un hecho convivial, una experiencia en que todos los involucrados construimos el acto
, añadió Adrián Hernández, también integrante de la compañía con Carolina Garibay, Flor Sandoval y Agüero.
Nuestra propuesta consiste en generar una energía que sea favorable para que todos podamos encontrarnos de una manera positiva y la experiencia sea beneficiosa para los niños. La obra está llena de sutilezas. Nos interesa mucho que nuestras propuestas no se saturen, sino más bien medir mucho los elementos teatrales que se desarrollen.
Los bebés hasta de dos años están en etapa de crecimiento muy variable. Mientras unos caminan, otros gatean o aun no se mueven. Algunos se sientan, otros no. Son factores que influyen en la puesta en escena y lo que allí sucede. Al final, cuando los actores se retiran, muchos se apoderan del escenario.
Las funciones de Asoma son sábados y domingos a las 12 y 13 horas en El Galeón del Centro Cultural del Bosque (Reforma y Campo Marte, Bosque de Chapultepec).