Destaca instalación de la japonesa Chiharu Shiota alusiva a las nociones de patria e identidad
Jueves 16 de junio de 2016, p. 6
Basilea.
Viejas maletas que ondean en el aire aludiendo a la cuestión de la patria y la identidad o cajas con fotos de la playa turca en la que el pasado septiembre fue hallado muerto el pequeño Aylan son algunas de las obras que se exponen en la Art Basel. En tiempos de guerra, terrorismo y crisis de refugiados, la mayor feria de arte contemporáneo del mundo es también un espejo de la realidad.
Así lo había anunciado su director, Marc Spiegler, y es que la Art Basel hacía mucho tiempo que no se mostraba tan crítica.
Aunque las crisis sacuden nuestros días, en las salas de esta feria reina el buen ánimo. Coleccionistas se muestran tan ávidos por comprar como siempre y ayer numerosas obras tenían un punto rojo: señal de que está vendida. El público tendrá que esperar hasta hoy para contemplar sus lienzos, esculturas, instalaciones y fotografías. Participan 286 galerías de 33 países.
Más de 800 coleccionistas solicitaron un espacio en la mayor muestra de arte de los siglos XX y XXI, aunque, como es habitual, los seleccionados fueron los grandes nombres. Más de 90 por ciento de los expositores son fijos pues, como confirmó Spiegler, la Art Basel no da patadas a las buenas galerías. La profesionalidad y la calidad de las obras son criterios importantes, añadió.
Art Basel siempre ha apostado por valores seguros. Vivimos tiempos inciertos, que exigen una feria aún más potente
, apuntaba Spiegler en la presentación. Por eso, la calidad de las obras históricas es aún más alta que en la pasada edición y este año regresan los clásicos modernos, aunque mayoritariamente en papel. Y es que los lienzos de Pablo Picasso, Henri Matisse o Max Ernst son cada vez más escasos en el mercado del arte.
Damien Hirst, Sigmar Polke, Albert Oehlen, Miquel Barceló o Juan Muñoz son algunos de los grandes nombres con mayor presencia en esta edición, en la que tampoco falta el artista chino y crítico con el régimen Ai Weiwei. Su casa de madera con forma de templo se encuentra en el espacio Unlimited, en el que se presentan las obras de mayor dimensión.
Esta sección es, con 88 trabajos, más amplia que nunca, y allí pueden verse algunas de las obras más impresionantes cargadas de crítica social, como Accumulation: Searching for Destination, de la japonesa Chiharu Shiota, quien teje una gigantesca red de personas y objetos.
Sus maletas colgantes apuntan hacia la identidad, tema que también aborda el estadunidense Tony Oursler en Template/variant/friend/stranger: retratos en madera tras los que se proyectan ojos y bocas humanas.