La buena o mala actuación de los policías puede determinar si el probable responsable de algún delito obtiene su libertad o es procesado en el nuevo Sistema Penal Acusatorio, que entra en vigor este jueves en la Ciudad de México.

Si el policía viola los derechos fundamentales del detenido, no resguarda bien el lugar de los hechos o la prueba del delito y no sigue los procedimientos marcados por el nuevo marco regulatorio, puede dejar sin pruebas al juez para dictar sentencia o dar elementos al abogado del probable responsable para su liberación. Además, esto significaría en una responsabilidad penal o administrativa para el uniformado, quien tendría que ser dado de baja de la corporación policiaca.

Cuando ocurre una detención, el policía tiene que leer sus derechos a los detenidos, porque la defensa de éstos empieza desde esta etapa. Tiene que cuidar su integridad porque cualquier cosa que le pase bajo su custodia es responsabilidad de la policía. Lo debe presentar inmediatamente en la agencia del Ministerio Público o ante el juez si se trata de una orden de aprehensión. El policía es responsable de justificar por qué detuvo a alguien y si lo hizo de manera correcta, explicó José Antonio Caballero, doctor en derecho y especialista en el nuevo Sistema Penal Acusatorio, y es académico del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).

De acusador a acusado

Miguel Angel Navarro, uno de los especialistas certificados para capacitar en este nuevo sistema a los policías de la Ciudad de México, explicó que el policía, como primer respondiente, ante un delito tiene que resguardar el lugar donde ocurrió por medio de dos acordonamientos y trazar una ruta de salida que todas las autoridades tienen que respetar para evitar que se contamine la evidencia.

Los indicios no se pueden contaminar porque la defensa del acusado puede argumentar que perdió su eficacia en una audiencia de juicio y pueden solicitar la nulidad de la prueba y entonces el juez no va a tener elementos para dictar sentencia, detalló.

El uniformado no sólo tendrá que entregar un informe policial homologado en el que documente todas sus diligencias, sino que en caso necesario, podrá ser citado por la defensa para que declare sobre su actuación.

José Antonio Caballero sostuvo que el reto es el cambio de una cultura institucional, ya que en la actualidad hay una cultura de abuso contra los detenidos y esto tiene que desaparecer. La policía no puede violar la ley para hacer que otros la cumplan. No tiene ningún sentido y tenemos que oponernos a que eso ocurra, subrayó.