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La alternancia y lo que sigue

L

a principal demanda de organizaciones sociales y ciudadanos, que además se convirtió en el eje de la campaña de Miguel Ángel Yunes Linares, candidato de PAN-PRD ganador de la gubernatura, fue llevar a la cárcel a funcionarios corruptos y restituir la tranquilidad y la certidumbre económica de la que ya no goza el estado desde hace varios años. Esa atractivísima oferta avasalló la posibilidad de que la justa democrática transitara por cauces ideales que se complementaran con participación masiva, pues sólo votó 53 por ciento del padrón, y la propuesta triunfadora gobernará sólo con alrededor de 20 por ciento del total de veracruzanos inscritos en el padrón.

Sobre los comicios del 5 de junio, alrededor de uno de cada tres electores decidió darle apoyo. Cosas de la democracia que al final de cuentas permitieron que por primera vez en más de 78 años se diera la alternancia veracruzana, en términos parecidos a 2000, cuando la gente decidió darle utilidad a su voto, apoyando a quien se suponía alcanzaría la suficiente masa crítica de electores para derrotar a la maquinaria del Estado. Lo que sucedió después es conocido y Vicente Fox y Felipe Calderón se convirtieron en destacados aprendices de las mañas y vicios del partido al que juraron combatir. El panismo en su momento pagó el costo de la inexperiencia y la corrupción de sus dos apóstoles de la democracia y se convirtió en un partido pragmático alejado de ideales democráticos y de promotor del bien común en aras del poder.

La acumulación de errores, actos de corrupción sin freno, enriquecimiento inexplicable de funcionarios de todos niveles, ineficiencia e insensibilidad abonaron el terreno para que la alternancia veracruzana se diera de una forma natural. Por lo pronto, Yunes Linares debería tener claro que él sólo no puede sacar al estado del enorme bache en que se halla metido social y financieramente y que más que un jefe del Ejecutivo omnipresente, deberá convertirse en un gestor para cubrir las grandes necesidades de la población.