El secretario de Desarrollo Social (Sedesol), José Antonio Meade, no ha valorado la importancia que tienen los más de 11 mil productores que le entregan leche a Liconsa, su contribución a la alimentación y a la eliminación de la pobreza, pues la reducción en las adquisiciones son de 54 por ciento, equivalentes a las que se tenían en 2008, apuntó Álvaro González Muñoz, líder del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche.

Los logros de los últimos nueve años se fueron a la basura; eso es lo que no le dice el titular de Sedesol al presidente Enrique Peña Nieto, quien el año pasado afirmó que Liconsa ya compraba 80 por ciento de la leche que distribuía a los productores mexicanos. Este año ese panorama ya cambió, añadió el dirigente de los pequeños ganaderos.

Agregó que por el recorte de las compras de leche, los pequeños productores enviarán al rastro 40 mil vacas y se perderán 12 mil empleos. Refirió que el año pasado, se alabó la administración de la empresa porque compró 865 millones de litros y este año sólo adquirirá 600 millones de litros, lo cual dañará a más de 3 mil 500 familias de todo el país, de las cuales 2 mil son de Jalisco, y causará una pérdida de 2 mil millones de pesos.

Nos están arrancando el patrimonio con el argumento de que no tienen recursos presupuestarios, pero se sigue privilegiando la compra de leche en polvo del extranjero por estar más barata que en el mercado nacional, pero no se está valorando el esfuerzo del productor, ni la generación de empleos ni la estabilidad social, expuso.

Ante el panorama adverso para los pequeños productores de leche, urgió al gobierno federal a poner orden en la comercialización del producto y a unificar la política de fomento lechero, pues por una parte la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación apoya la producción y productividad y, por otro, la Secretaría de Economía busca importaciones que aparentemente son baratas –por cada litro importado se pierden 12.50 pesos– que sustituyen a la producción nacional. Los productores competimos por el precio y no por la calidad ni la salud de los consumidores, acotó.