El consumo de música de los mexicanos por medio de Internet tiene tasa de crecimiento anual de 78 por ciento, al grado de que actualmente ya suman 41.6 millones de cibernautas que escuchan todo tipo de contenidos musicales por ese medio.

De ellos, casi la décima parte, es decir, 4.2 millones, se han suscrito a plataformas de música, como Spotify, Google Play, Apple Music, Claro Music o Tidal, con un pago mensual al respecto y estos usuarios registran un crecimiento de 19.4 por ciento en el año reciente, aseguró The Competitive Intelligence Unit (The CIU), consultoría especializada en telecomunicaciones.

La sustitución de los formatos físicos, como el cedé, por dichas plataformas para escuchar música se ve favorecida por la facilidad y la ubicuidad en su acceso porque los usuarios pueden conseguir los contenidos en cualquier lugar y momento del día, aunado al asequible precio final y la diversidad en la oferta.

La firma precisó que aunque la mayoría de los consumidores de música en la red son jóvenes, ya que 81 por ciento de la población menor a 25 años se encuentran en esta situación, destacó que otros grupos de edad también han accedido a las miles de canciones disponibles y que ofrecen dichos servicios. Así lo hacen 62 por ciento de las personas de entre 25 y 50 años, y 44 por ciento de los mayores de 50 años.

Todos los segmentos de la población en algún grado han accedido a un catálogo que contiene millones de canciones y que incluso permite alojar los contenidos musicales en dispositivos, por el costo aproximado de un solo álbum, puntualizó The CIU.

En la transformación de los hábitos de consumo de contenidos y en la industria musical se ha pasado de los formatos físicos en vinilo, casete y cedé a los transmitidos en plataformas por Internet, en múltiples formatos digitales que se pueden comprar y descargar o que se transmiten vía streaming, explicó.

La transmisión de música por plataformas Over-The-Top (OTT) sólo requieren una conexión a Internet en dispositivos como computadoras, smarthphones, tabletas, consolas de videojuegos, receptores digitales o smart tvs.

Estas plataformas han ganado terreno entre las preferencias de los consumidores de contenidos en México. De manera que los servicios de música OTT compiten y ya se consideran sustitutos directos de los formatos físicos, también de la compradescarga a través de Internet.