Chicago.

Apenas tocó la cancha la figura de Lionel Messi se agigantó sin defraudar a un público que celebró con él los tres goles que anotó de los cinco que Argentina incrustó a Panamá para avanzar a los cuartos de final de la Copa América.

Veintiséis minutos de juego bastaron para que la genialidad del 10 de Argentina cambiara a su selección en el segundo tiempo con ese triplete que cautivó para hacer estallar de júbilo a más de 50 mil almas en el Soldier Field.

Messi estaba de vuelta y la sonrisa de felicidad inundó las pantallas del estadio que lo vio debutar este viernes en el certamen para que el astro brillara con tres dianas y alcanzar al brasileño Philippe Coutinho en lo más alto de la tabla de goleadores del certamen.

El defensor Nicolás Otamendi abrió la cuenta con un remate de cabeza a los 7 minutos, el crac del Barcelona marcó tres joyas a los 68, 78 y 87, y Sergio Agüero cerró a los 90.

¡Messi, Messi, Messi!, corearon los aficionados en la tribuna durante varios pasajes de la etapa inicial. Cuando el entrenador Gerardo Martino lo llamó para ingresar a la hora de juego en remplazo de Augusto Fernández, el estadio estalló como si se tratase de un gol.

La gente quería fiesta y Messi se las dio.

La Pulga marcó el segundo gol al encontrar un rebote que lo dejó solo ante el arquero Jaime Penedo para definir con categoría abajo y junto a un palo.

Diez minutos después regaló un tiro libre de novela a un ángulo de Penedo para sellar la goleada.

Todavía le quedaba otra joya al genio, que resolvió con calidad en el punto penal tras dejar parado a un rival con uno de sus clásico amagues, y un quinto gol obra del ingresado Kun Agüero.

Argentina, que venía de vencer 2-1 al campeón Chile en el debut por el Grupo D, se despertó con la entrada de Messi a la hora de juego y se aprovechó a fondo de un rival en inferioridad numérica por la expulsión de Aníbal Godoy desde los 31 minutos.

De su lado, los panameños, que también habían ganado en el estreno ante Bolivia (2-1), plantaron cara a la subcampeona mundial en el primer tiempo, aunque abusando en muchas ocasiones del juego fuerte, por lo que el árbitro salvadoreño Joel Aguilar mostró cinco amarillas, tres para los caneleros y dos para la albiceleste en poco más de 20 minutos.

A los argentinos le bastará un empate ante Bolivia el próximo martes en Seattle para llevarse el grupo, mientras Panamá se jugará la clasificación a cuartos de final mano a mano contra Chile ese mismo día en Filadelfia.