Chilpancingo, Gro.

Unas mil 500 personas participaron ayer en esta capital en una marcha convocada por el Movimiento Popular de Guerrero (MPG) para exigir que se esclarezca el asesinato del activista Antonio Vivar, ocurrido hace un año en la ciudad de Tlapa, Guerrero, y cuyo expediente se halla congelado en la procuraduría estatal desde entonces.

Antonio Vivar presuntamente murió a manos de policías federales el 7 de junio de 2015, cuando uniformados acudieron a la cabecera municipal de Tlapa a intercambiar a 35 efectivos federales, retenidos por los pobladores en demanda de que fueran liberados nueve integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg) detenidos ese día, en plenas elecciones federales y estatales. El activista y estudiante promovió un boicot a los comicios, para presionar por el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en septiembre de 2014.

En la manifestación de ayer en Chilpancingo participaron padres de familia y maestros afiliados a la Ceteg, quienes rechazan la reforma educativa.

Entrevistado durante la movilización, Jorge García, ex dirigente de la Ceteg, se refirió a la división del organismo, y reconoció que el proceso de unidad no va caminando como deseamos y eso no permite avanzar, por los intereses que existen en las dirigencias de los dos bloques.

Consideró que las dos dirigencias de la Ceteg están infiltradas, y tienen algunos compromisos, que no son necesariamente con la clase trabajadora. Nosotros hemos propuesto desde nuestras delegaciones y reuniones sectoriales que tenemos que avanzar hacia la unidad.

Afirmó que se propuso una tregua a la dirigencia electa en el congreso de la Ceteg hace dos años, pero si no quieren tendrán que ser otras instancias legítimamente electas, para que asuman la conducción de este movimiento, que requiere urgentemente enfrentar esta reforma educativa.

En tanto, un centenar de integrantes del sector de la Ceteg que encabeza Reyes Ramos lanzó huevos, piedras y cohetes, contra las oficinas de área de finanzas de la Secretaría de Educación en Guerrero, en rechazo a la reforma educativa.

Mientras, en Tlapa, otro sector del MPG se manifestó también para demandar que se aclare el homicidio de Antonio Vivar, quien era de origen mixteco y estudiaba licenciatura en desarrollo comunitario integral en la Universidad Pedagógica Nacional, carrera diseñada por expertos en educación indígena.

Entre otras actividades sociales, Vivar trabajó en la comunidad Cahuatache, municipio de Xalpatláhuac, donde colaboró con la organización del archivo local para tratar de resolver un conflicto agrario que el poblado mantiene con otra localidad vecina.