Elementos de inteligencia de la Policía Federal, en coordinación con funcionarios de la Comisión Nacional Antisecuestro, investigan la probable participación de policías municipales del estado de Tamaulipas, ya fuera como halcones o protectores del grupo criminal que secuestró la noche del sábado a Alan Pulido, informaron a La Jornada fuentes gubernamentales cercanas a la indagatoria.

Hasta el momento, las investigaciones están a cargo de la procuraduría estatal, pero debido a que fue un grupo de sicarios, presuntamente ligados a un cártel, se prevé que en los próximos días la Subprocuraduría Especializada en Investigación contra la Delincuencia Organizada atraiga el caso.

Este lunes en la Ciudad de México, funcionarios de la Procuraduría General de la República consultados por este diario dijeron que la dependencia está a la espera de que esta semana la Fiscalía de Tamaulipas le envíe un desgloce (una especie de síntesis por escrito en la que se mencione la probable participación de miembros de la delincuencia organizada) de la averiguación previa abierta tras el secuestro y liberación del futbolista, para determinar si ejerce su facultad de atracción.

De acuerdo con fuentes policiacas y funcionarios de la Comisión Nacional de Seguridad entrevistados –quienes pidieron no mencionar sus nombres–, el secuestro del futbolista fue un acto criminal de los que se conoce en el argot policiaco como secuestro de oportunidad, ya que los plagiarios no tenían planeado el delito, sino que las circunstancias se prestaron para realizar la privación de la libertad del deportista con fines de extorsión.