Aunque la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (Amia) informó que durante el primer bimestre del año se comercializaron en el país 255 vehículos híbridos y eléctricos, la solución al problema de la contaminación ambiental provocada por los vehículos automotores es el transporte público, pues falta mucho para que los precios de los autos no contaminantes estén al alcance de la mayoría de la población, consideró el director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), Guillermo Rosales.

El reporte de la Amia (elaborado con datos de los propios fabricantes y difundido este viernes) señaló que cuatro entidades del país concentraron 76.8 por ciento las ventas de autos eléctricos e híbridos: 42 por ciento de las unidades (108) se vendieron en la Ciudad de México; 17.6 por ciento en Nuevo León (45 unidades); 9 por ciento en el estado de México (23) y 7.8 por ciento (20) en Jalisco.

De acuerdo con datos de la industria, las ventas acumuladas de vehículos eléctricos o híbridos durante 2015 fue de mil 844 unidades, equivalente a 0.13 por ciento de las ventas totales de autos convencionales, que fueron de un millón 351 mil 648 unidades.

La industria está haciendo un esfuerzo para avanzar en el desarrollo tecnológico que permita bajar los costos destacó Rosales, quien dijo que todavía falta mucho para que vehículos como ésos puedan representar una verdadera opción a los autos tradicionales y para el problema de la contaminación, pues sus precios actuales los hacen inaccesibles.

Insistió en que la solución al problema de la contaminación es el transporte público, pero señaló que desafortunadamente estamos muy atrasados en la infraestructura y el equipo.

Recordó que en el plan maestro del transporte eléctrico para la Ciudad de México de 1995 se tenía contemplado que para este momento deberían existir 17 líneas del Metro (sólo hay 12) y 10 de tren ligero (sólo hay una).

Agregó que ante las deficiencias del transporte público los ciudadanos tienen la necesidad de utilizar el automóvil particular, que en el caso de México se caracteriza por una obsolescencia promedio de 17 años a nivel nacional y de 10 en la ciudad de México, aunque en algunas entidades, como el estado de México, supera la media nacional.

Si bien insistió en los esfuerzos que realiza la industria para abaratar los costos de producción de autos no contaminantes, principalmente en lo referente a las baterías, destacó que también hace falta la disminución de los impuestos que se cobran a esos vehículos.

Como han venido insistiendo los representantes de la industria automotriz, Rosales señaló que algunas de las medidas que podrían ayudar a diminuir los costos de los autos eléctricos e híbridos son la exención del impuesto sobre autos nuevos (ISAN) y el impuesto al valor agregado (IVA), así como la deducibilidad a ciento por ciento de este tipo de unidades.

Además, existen otras medidas para incentivar vehículos limpios o cero emisiones como tener lugares preferentes en estacionamientos o exentarlos del pago de parquímetro en la vía pública, comentó.

Rosales puntualizó que actualmente en México se pueden adquirir modelos híbridos desde 340 mil pesos y en el caso de los vehículos eléctricos sus precios varían dependiendo de la marca y el modelo.

Apenas este miércoles, Nissan Mexicana anunció que bajará 100 mil pesos el precio de sus vehículos eléctricos Leaf (cuyo precio actualmente ronda 600 mil pesos) y adelantó que éstos podrían quedar exentos del programa Hoy no circula.

Rosales refirió que el sistema de verificación de contaminantes es un buen paso, pero consideró que es insuficiente, pues hace falta complementarlo con la inspección técnica de condiciones físico-mecánicas.

Tiene que ser el par para constituir el sistema de inspección técnica vehicular que en todo el mundo se conforma con esas dos verificaciones, señaló.