A los gobiernos de las naciones pobres y en desarrollo, como el de México, les hace falta capacidad y voluntad política para erradicar la salida de billones de dólares hacia paraísos fiscales, pese a que están muy presionados por la falta de recursos para cumplir con sus obligaciones en salud, educación y combate a la pobreza, sobre todo por el cese de la bonanza económica mundial de las materias primas, advirtió Ricardo Fuentes-Nieva, director en México de Oxfam, organización mundial que desde 1942 realiza labores humanitarias y pretende erradicar la pobreza.

Toda la evidencia indica que la riqueza del mundo escondida en paraísos fiscales ha crecido exponencialmente desde la década de los 80, cuando comenzó la era de la globalización, indicó en entrevista con La Jornada. Un estudio de la Universidad de Berkely, refirió, sugiere que gran parte de la riqueza que llega a los paraíses fiscales puede tener una fuente de corrupción, lavado de dinero o de evasión fiscal.

Sólo a los países pobres, el dinero que cada año les arrebatan evasores de impuestos, bancos y paraísos fiscales asciende a 170 mil millones de dólares, según los cálculos de Oxfam, con el que se podría salvar la vida de 150 millones de niños en el mundo a los que se diera atención médica.

El monto, acotó Fuentes-Nieva, puede ser mucho mayor, y oscilar entre 7 y 30 billones de dólares a nivel mundial (la economía de Estados Unidos asciende a 16.4 billones de dólares), según la organización de que se trate y la metodología utilizada, limitada por el secreto que prevalece en bancos y empresas offshore.

La Comisión Económica para América Latina el Caribe (Cepal) dio a conocer el miércoles pasado que los flujos financieros ilícitos ascendieron a 128.9 billones de dólares entre 2003 y 2012, lo que representa 3.3 por ciento del producto interno bruto de la región y el doble de las remesas captadas.

Si bien los principales perjudicados de la evasión fiscal son la población y países más pobres, pues éstos tienen menos capacidad tanto de fiscalización como para defender sus derechos a nivel internacional, el director de Oxfam también señaló que entre las naciones desarrolladas persiste la falta de voluntad para atacar el problema, pese a que han sufrido la degradación del estado de bienestar. Las medidas anunciadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) después de conocerse los papeles de Panamá son acuerdos positivos, dijo, pero objetó que es un club de países ricos y para abatir el problema se deben integrar y tener más representatividad naciones menos desarrolladas.

El caso descubrió a muchísimos políticos involucrados en “esos movimientos de capitales y empresas offshore que aunque no todos son ilegales van contra un sistema fiscal justo, equitativo y ético”. Oxfam pugna por la creación de un sistema de cooperacion internacional con capacidad de vigilar, fiscalizar e imponer sanciones a quienes evadan, que tenga carácter supranacional, coordinado con leyes de cada país.

Impunidad en México

En el caso de México, Fuentes- Nieva puso en duda que el reciente endurecimiento del sistema fiscal sirva para atacar la evasión y la salida de capitales hacia paraísos fiscales. México puede tener un problema de evasión igual de grande que otros países con economías de tamaño similar y si bien dijo que el gobierno mexicano tuvo una respuesta políticamente correcta, por usar un término al asegurar que investigaría los casos de offshore que involucraron a empresarios mexicanos en los papeles de Panamá, fustigó que en un país con tanta impunidad y debilidad judicial tan grande, el deseo de investigar no es suficiente, sobre todo teniendo tanta desigualdad y millones de mexicanos en pobreza.

Muchas de las leyes y reglas que sirven para limitar los paraísos fiscales tienen que ver con un sistema de justicia efectivo, eficiente, justo y con una capacidad del Estado para sancionar, pero no tenemos ninguna herramienta para decir que la impunidad que existe en otras áreas de la justicia de México sea diferente en el caso de los evasores fiscales o la gente que esconde su dinero en paraísos.

También criticó que el gobierno mexicano no se haya sumado al compromiso asumido en la reciente Cumbre Anticorrupción por seis naciones para hacer públicos los registros de propiedad con los nombres de los verdaderos dueños y beneficiarios de inmuebles y compañías domiciliadas en paraísos fiscales. Incipiente medida de transparencia en la lucha para abatir que se esconda la riqueza del mundo en beneficio de unos cuantos.