La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos expresó su tribulación por la severa crisis financiera que enfrenta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Estamos consternados, afirmó la vocera del mecanismo, Ravina Shamdasani, quien señaló que la robusta defensa de derechos humanos que la comisión realiza en la región debería ser alentada, no castigada.

Agregó que desgraciadamente en años recientes la CIDH ha enfrentado presiones indebidas de algunos estados.

El lunes pasado, el organismo anunció que se encuentra en una graves crisis financiera, cuyas consecuencias incluyen la suspensión de visitas de vigilancia a países miembros programadas para julio y octubre y el inminente despido de 40 por ciento del personal.

Shamdasani alentó a los gobiernos a reafirmar su compromiso con los derechos humanos, aportando a la CIDH los recursos necesarios para cumplir su crucial mandato y fortalecer a esta institución clave.

Si la comisión no recibe los fondos necesarios en las próximas semanas, la capacidad del sistema regional para responder a las víctimas de violaciones de derechos humanos en las Américas se verá seriamente disminuida, resaltó.

En un pronunciamiento recordó que la labor pionera de la CIDH como agente de cambios constitucionales, legislativos y de políticas públicas ha tenido un fuerte impacto en las garantías individuales. Es un recurso vital para víctimas de violaciones a los derechos humanos en la región y ha jugado un rol significativo en la defensa de los derechos de grupos vulnerables, señaló.

Aseguró que la comisión es un socio estratégico de las oficinas de derechos humanos de la ONU y un punto de referencia para el desarrollo de estándares en el tema a escala mundial.

Por separado, la Red Latinoamericana y Caribeña por la Defensa de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes expuso su preocupación porque ante la crisis de la CIDH existe el riesgo de que el escenario en América Latina relacionado con las graves violaciones a los derechos humanos se recrudezca frente a gobiernos con mecanismos de defensa debilitados y sistemas de gestión en los que priva la corrupción.