Hace más probable desarrollar hígado graso: especialista
Jueves 26 de mayo de 2016, p. 40
Las muertes provocadas por la diabetes mellitus tipo 2 siguen en aumento. Sólo en 2014 se registraron más de 90 mil decesos, y es previsible que los datos de 2015 sean iguales o incluso superiores, advirtió el secretario de Salud, José Narro. Es indispensable detener esta tendencia o muy pronto uno de cada seis fallecimientos tendrán esa misma causa, dijo, durante la celebración del Día de la Salud Hepática.
En un foro organizado por la Fundación Mexicana para la Salud Hepática (FunHepa), refirió que actualmente el país ocupa el sexto lugar mundial por la cantidad de pacientes con diabetes, con 14 por ciento de la población afectada.
Reconoció la labor de especialistas como David Kersenobich, director del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición –presente en el acto– y de organizaciones como FundHepa para prevenir daños al hígado; en esta ocasión, en particular, para advertir sobre el vínculo entre diabetes e hígado graso.
Vivir con la enfermedad aumenta la probabilidad de insuficiencia hepática y cáncer en ese órgano, señaló Enrique Wolpert, presidente del comité científico de FundHepa. De hecho, indicó que 40 por ciento de los diabéticos tienen hígado graso, mientras el daño en este órgano, con independencia de la causa, puede afectar el metabolismo de los carbohidratos y ocasionar diabetes tipo 2.
Señaló que más de 60 por ciento de quienes padecen cirrosis pueden tener un mal manejo de la glucosa, entre 10 y 15 por ciento, diabetes.
Con base en estos datos, Wolpert resaltó que después de la hepatitis C, el hígado graso es la principal causa de que enfermos requieran de un trasplante.
En un futuro próximo, dijo, podría pasar al primer sitio, cuando por el acceso a terapias antivirales novedosas sea posible el control o la cura de la hepatitis C.
Diabetes, obesidad central (acumulación de grasa en la cintura), presión arterial elevada, resistencia a la insulina (estado previo a la diabetes), triglicéridos altos y bajos niveles del colesterol bueno
, agregó, son los principales factores de riesgo para las complicaciones graves del hígado graso.