Moscú.

Tras juicios ejemplares, meses de incertidumbre, negociaciones complejas y presiones del más alto nivel político, Rusia y Ucrania encontraron este miércoles la fórmula para efectuar el intercambio de la piloto militar ucrania Nadezhda Savchenko, convertida en ícono de la defensa de la integridad territorial de Ucrania, y los militares rusos Yevgueni Yerofeyev y Aleksandr Aleksandrov, oficiales del GRU (inteligencia militar), los tres prisioneros de guerra del conflicto armado en el este de Ucrania con más cobertura en los medios de comunicación de ambos países.

Ya están en libertad. Ella, condenada a 22 años de cárcel por indicar las coordenadas para un ataque de artillería cerca de la ciudad de Lugansk que causó la muerte de dos periodistas rusos, Igor Korneliuk y Anton Voloshin, acusación de complicidad en asesinato que según su defensa no se respaldó con pruebas irrebatibles, y ellos condenados a similares penas por caer detenidos cuando realizaban una misión secreta de reconocimiento en territorio ucranio, pero ya no como oficiales del ejército ruso, como confesaron en un principio, sino a título personal, según la versión de Rusia.

Finalmente, los presidentes Vladimir Putin y Petro Poroshenko firmaron hoy los correspondientes decretos de indulto, si bien no quedó claro si los condenados suscribieron la correspondiente petición, que presupone, en estricto apego a la ley, declararse culpables de los delitos que se imputan, formalidad que ni la ucrania ni los rusos querían cumplir.

Se trató, sobre todo y por encima de los detalles técnicos, de una decisión política, y el caso se manejó con tal discreción que dejó en situación incómoda a la presidenta del Senado ruso, Valentina Matviyenko, quien llegó a declarar: no se trató de un canje (de prisioneros). Rusia y Ucrania suscribieron la convención europea sobre el traslado de condenados para cumplir las condenas en sus países de origen, y es lo que pasó.

En realidad, al ser indultados, quedan eximidos de esa obligación y, horas después, el vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, enfatizó que el presidente ruso indultó a Savchenko a petición de las viudas de los periodistas, como muestra de humanismo que debe disminuir la confrontación en esa conocida zona de conflicto y ayudar a evitar la repetición de esas pérdidas horribles e innecesarias.

Savchenko, quien llevó a cabo varias huelgas de hambre durante el año y 10 meses que estuvo recluida, ahora, en su calidad de diputada de la Rada desde octubre de 2014 y miembro de la delegación ucrania ante el asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, tendrá una activa participación en la política de Ucrania, aunque no queda claro si se mantendrá en el partido que la postuló, el Batkivschina (Patria), de la ex premier Yulia Timoshenko, ya que el mandatario Poroshenko presenta su liberación como un triunfo personal y ella tampoco se ha pronunciado respecto de su futuro político.

No sorprende que Savchenko haya tenido un recibimiento de heroína nacional. El propio Poroshenko se expresó hoy de ella en esos términos, al ser el primero en informar a través de su cuenta de Twitter el aterrizaje del avión presidencial que la llevó a Kiev.

Los militares rusos, en contraste, no recibieron ese trato en el aeropuerto de Moscú, donde sólo tres canales de televisión mostraron imágenes del rencuentro con sus esposas. El Kremlin, al insistir en que ya no eran militares en activo al ser detenidos, optó por el bajo perfil, sin dejar de enviar el mensaje de que no abandona a los suyos.

Este intercambio es una señal favorable para destrabar las negociaciones sobre un arreglo político entre Kiev y los dirigentes separatistas de Donietsk y Lugansk, conflicto que derivó en una suerte de impasse de ni guerra ni paz y que afecta por igual a las partes implicadas.

Se produjo en un contexto de serias dudas respecto a la viabilidad de celebrar elecciones en los territorios que no se supeditan a Kiev y acerca de las posibilidades reales de realizar una reforma de la Constitución de Ucrania, componentes indispensables del proceso de paz, y también a escasas semanas de que la Unión Europea decida si prorroga las sanciones contra Rusia.

Atribuido a la reciente conversación telefónica cuatripartita que mantuvieron los presidentes Vladimir Putin y Petro Poroshenko con la canciller federal alemana, Angela Merkel, y el mandatario francés, Francois Hollande, este canje es un solo paso hacia el cumplimiento del punto número 6 de los acuerdos de Minsk que establecen el compromiso de liberar a los prisioneros de guerra bajo el principio de todos por todos.