La planta de asfalto de la Ciudad de México se modernizará y estará en medio de un gran parque con el propósito de evitar la generación de 20 toneladas de precursores de ozono y 10 mil de dióxido de carbono que emitía al año, en beneficio de la salud de trabajadores y quienes habitan en las inmediaciones de la misma, señaló el jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera Espinosa.

Tras declarar el cierre técnico temporal de esta fábrica, que se prevé sea de seis meses, garantizó que los más de 300 empleados seguirán recibiendo sus salarios y prestaciones, además de capacitación en este tiempo.

Sin embargo, apenas se trabaja en el plan maestro de la intervención que se hará en este espacio, reconoció el titular de la Secretaría de Obras y Servicios, Édgar Tungüí Rodríguez, quien señaló que será un modelo como el utilizado en distintos países de Europa, que consiste en tener grandes fábricas dentro de un parque ecológico.

Mancera Espinosa negó que se incumpla el compromiso de cerrar este lugar, pues esta planta no va a ser la misma nunca más, ya que funcionará con otro esquema y será emblemática para la ciudad al combinar áreas verdes con el proceso de producción de asfalto amigable con el ambiente.

Por otro lado, la Diputación Permanente de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) exhortó al jefe de Gobierno, así como a los secretarios de Finanzas, de Medio Ambiente y de Movilidad, a incorporar las líneas estratégicas prioritarias que dicta el Centro Mario Molina en su estudio Soluciones de fondo para mejorar la calidad del aire del valle de México.