Ante la disminución de prerrogativas que registró este año (35 por ciento), tras la debacle electoral que sufrió en 2015, el PRD implementó un programa de austeridad.

El esquema incluye impedir el crecimiento de su nómina, cancelar servicios, depurar su parque vehicular, racionalizar el uso de materiales y más.

De acuerdo con el documento, se reconoce que en recursos humanos, el partido registró un crecimiento de la plantilla de personal, aumento en la estructura y no aplicó incidencias de personal, como faltas y retardos “por cuestiones político-electorales; además de que tiene un desorden del listado de sueldos y salarios.

Así, se planteó ordenar tabulador, compactar estructuras y aplicar retiros voluntarios. También, cancelar el apoyo de combustible mensual para el Comité Ejecutivo Nacional, vender vehículos en pésimas condiciones, para evitar pagos de tenencias, pensiones y mantenimiento.

Otra medida es reducir líneas contratadas de celulares, cancelar servicios como cafetería, bocadillos, hacer una revisión de contratos vigentes de periódicos, cerrajería, ahorrar en artículos de limpieza y más.