Oaxaca, Oax.

El segundo y último debate celebrado la noche de este viernes entre los siete candidatos a la gubernatura del estado se vio plagado de ataques y falto de propuestas. El esquema contempló presentación, derechos indígenas, educación, salud y despedida, y fue conducido por el periodista Javier Solórzano.

Alejandro Murat, de la unión PRI, Verde Ecologista de México y Nueva Alianza evitó caer en los dimes y diretes, e incluso aseguró ser el referente debido a los ataques de sus contrincantes, principalmente Benjamín Robles, del Partido del Trabajo (PT), y Salomón Jara Cruz, de Morena, quien es su compadre.

Tanto Murat como el abanderado de la coalición PRD-PAN, José Antonio Estefan Garfias, buscaron promover sus proyectos y huyeron de la confrontación.

Garfias aprovechó para deslindarse de las acusaciones de que tiene cuentas millonarias en el extranjero. Y es que Robles demandó al Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (Ieepco) cancelarle el registro debido a las investigaciones que presuntamente la Procuraduría General de la República y la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI) tienen en su contra.

En el apartado de derechos indígenas todos coincidieron en el respeto y la justicia que los grupos étnicos de Oaxaca merecen y enumeraron acciones: Murat propuso la creación del Instituto de Lenguas y una Universidad Intercultural; Manuel Pérez, del Partido Social Demócrata, frenar la discriminación; Estefan Garfias se fue por la restructuración de la secretaría del ramo y la creación de tres centros interculturales; Jara Cruz habló de fortalecer el tequio en las comunidades y destacó sus raíces indígenas, además de retomar los acuerdos de San Andrés Larráinzar; Robles se dedicó a atacar a Murat Hinojosa, y Joaquín Ruiz Salazar, del Partido de la Renovación Social (PRS), exigió dejar de tratar a los indígenas como grupos vulnerables.

En el tema de educación, Murat apuntó que se trabajará en conjunto con los padres para que sea la sociedad la que aporte en pro de la educación, además de aplicar programas de capacitación docente.

Los siete candidatos coincidieron en la importancia de mejorar la infraestructura educativa y el otorgamiento de becas; Estefan Garfias aseguró que de ganar garantizará los logros obtenidos por el magisterio en 30 años de lucha y que su administración utilizaría la educación para sacar adelante a la entidad.

Joaquín Ruiz recordó la traición cometida por el gobierno de Gabino Cué al magisterio, pues en principio los apoyó y después entregó la rectoría de la educación a la Federación.

Benjamín Robles aseveró que el 19 de mayo será recordado como el jueves negro, por el despido de más de 3 mil profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, y ofreció promover becas para los estudiantes; Salomón Jara prometió impulsar una reforma a la Ley Estatal de Educación, con la intención de que la gremial retome la rectoría educativa.

En el ámbito Salud, Murat dijo que promoverá el abasto total de medicinas por medio de un programa inteligente, que informe en tiempo real de las necesidades; se comprometió a concluir todos los hospitales y a la reactivación de las unidades móviles.

Estefan Garfias propuso elevar a delito grave el desvío o malversación de recursos de los programas de salud y a promover acciones en cuatro ejes: prevención, salud cerca de todos, abasto garantizado y atención de calidad y calidez.

Joaquín Ruiz fue el único que se refirió al sistema universal de salud, que entrará en funciones próximamente, ya que consideró la puesta en marcha de este mecanismo modificará mucho al área médica y criticó a sus rivales por ignorarla.

En el cierre, Javier Francisco Jiménez, de Unidad Popular, señaló que es necesario modificar la ley electoral para que un gobernador sea elegido únicamente si obtiene 51 por ciento de votos del total de la lista nominal, ya que en los comicios recientes, menos de la mitad de la población en edad para votar eligió al Ejecutivo estatal.