Los cambios posibilitaron su adaptación y las diferenciaron de sus parientes los okapis
Tienen un potente corazón que permite enviar sangre a lo largo de dos metros hasta el cerebro y su presión sanguínea es el doble de elevada que la de otros mamíferos
Las soluciones a los problemas fisiológicos y estructurales podrían ser prometedoras para tratamientos en los humanos
Nueva Jersey. Solovino y Fido ya no tendrán que esconderse bajo la cama cuando haya fuegos artificiales o tormentas, gracias al primer medicamento veterinario para tratar la ansiedad causada por ruidos fuertes, un problema común que causa destrucción de propiedad, el escape de perros atemorizados, lesiones que ponen en riesgo la vida o, en algunos casos, la eutanasia. La farmacéutica veterinaria Zoetis, de Florham Park, Nueva Jersey, informó el lunes que el recientemente aprobado Sileo estará en las veterinarias de Estados Unidos en una semana. Los propietarios de al menos un tercio de los 70 millones de perros en Estados Unidos reportan problemas por el temor en sus animales a los ruidos fuertes. Con frecuencia tienen tanto miedo, que brincan a través de ventanas cerradas, destruyen puertas al intentar escapar o corren hacia el tráfico y son atropellados. Sin tratamiento, la ansiedad empeora y es muy similar al estrés postraumático de los humanos