Cannes.

La actriz brasileña Sonia Braga y el equipo de la película que protagoniza, Aquarius, aprovecharon la alfombra roja del Festival Internacional de Cine de Cannes para denunciar el golpe de Estado en Brasil perpetrado por Michel Temer, lo que consideraron un retroceso en ese país, y expresaron su apoyo a la presidenta Dilma Rousseff.

Braga, junto al director de la película, Kleber Mendoça Filho, y el resto del equipo, mostraron una serie de carteles en los que se leía en inglés y en francés: Brasil ya no es una democracia, En Brasil se ha producido un golpe de Estado, Se han quemado 54 millones 501 mil 118 votos.

En la sala, antes de que empezara la proyección del filme, varias personas mostraron carteles similares: Detengan el golpe de Estado en Brasil, El mundo no puede cooperar con esta ilegalidad.

El Senado brasileño aprobó la semana pasada la suspensión de Dilma Rousseff como presidenta, inicialmente por 180 días, a raíz de las acusaciones de que su gobierno maquilló cifras para encubrir el déficit fiscal. El vicepresidente Temer asumió de forma interina el poder.

Lo que está en marcha es un golpe de Estado, afirmó Mendonça Filho antes del estreno de Aquarius, el único filme de América Latina entre los 21 que compiten por la Palma de Oro. El realizador se rencontró en Cannes con Braga, radicada en Nueva York, a la que no veía desde el fin del rodaje de la película, en Recife, en septiembre pasado.

Manipulación de la toma del poder

Braga señaló: Vivo en Estados Unidos, pero también en Brasil; tengo familia y amigos allá y pienso que lo que está sucediendo, la manipulación de la toma del poder, tiene que ser expuesto al mundo entero. Una de las cosas que más me preocupan es lo dividido que está mi país. Nunca lo había visto tan dividido.

Según la diva brasileña, de 65 años, todo lo que se hizo desde el fin de la dictadura, desde la apertura de Brasil, lo hicimos juntos. Hay que darse cuenta de que en dos años, de todas formas, vamos a votar por un presidente. Tenemos que volver a hacer las cosas juntos.

El realizador brasileño Eryk Rocha, quien presentó en Cannes Cinema Novo –documental poético sobre ese movimiento cinematográfico, uno de los más importantes de América Latina, que en los años 60 y 70 revolucionó la creación artística–, afirmó: “Brasil está entrando en un nuevo momento, sumamente grave y de incertidumbre. Como ciudadano, siento una profunda impotencia y angustia por lo que pasa: el país vive una ruptura muy grave en el proceso democrático.

Hay un golpe de Estado a una presidenta que fue elegida por millones de personas que no tiene ninguna ilegalidad demostrada, y los que la acusan son políticos comprobadamente corruptos, precisó.

Rocha fustigó en particular el cierre del Ministerio de Cultura por el gobierno de Temer y su fusión con el de Educación. Es un error gravísimo.

Isabel Penoni y Valentina Homen, jóvenes realizadoras brasileñas, presentaron en la sección Quincena de Realizadores el corto Abigail, sobre la viuda del antropólogo Francisco Meireles.

Se refirieron también a la situación de Brasil. Desde el punto de vista de la gente que hace cine y que trabaja con arte es terrible, porque se habían conquistado algunas cosas gracias a las políticas sobre todo con el gobierno de (Inazio) Lula, que democratizó la cultura. Ahora la tendencia es que habrá mucha menos inversión regular en la producción, afirmó Penoni.

“No figuraría en una película sobre los Papeles de Panamá”

Por otro lado, luego de la proyección de Julieta, con la que compite por la Palma de Oro, Pedro Almodóvar ofreció una rueda de prensa. Dijo que si se filmara una película sobre los Papeles de Panamá “mi hermano y yo no seríamos ni siquiera figurantes. Mi nombre y el de él son de los menos importantes que aparecen, pero la prensa española nos ha tratado como si fuéramos protagonistas.

Si a ti no te impidió ver la película, y que te gustara, eso para mí es lo esencial; es lo que espero del público, aseguró el cineasta de 66 años al periodista que le hizo la pregunta, levantando aplausos en la sala.