Calderón gastó $3 mil millones para entregar sólo algunas
Domingo 15 de mayo de 2016, p. 8
La integración de datos rumbo a la expedición de la clave única de identidad se enfrenta al reto de depurar el antecedente y complemento de este proceso: la Clave Única del Registro de Población (CURP).
México tiene actualmente 121 millones de habitantes, pero hay 186 millones de claves CURP, debido a que desde su creación, en 1996, no ha habido un control especializado de su base de datos que evite la duplicidad de registros.
La gente puede sacar de a dos (CURP) cuando hay cambios en el registro civil. Por ejemplo, en el Distrito Federal puede haber un cambio de sexo (en el registro) con la sola voluntad de hacerlo
, indican datos de la Secretaría de Gobernación.
A ello se agrega el proceso en marcha para la homologación y depuración de los sistemas del registro civil.
Estos dos elementos, actas de nacimiento y CURP, son la base para la expedición de una clave única de identidad que, en una segunda etapa, se complementaría con datos biométricos de las 10 huellas digitales.
Hasta el momento no hay fecha para el arranque de la entrega de la clave, prometida por el presidente Enrique PeñaNieto en noviembre de 2014, como parte del decálogo de acciones para mejorar la seguridad y la justicia.
Por diversas circunstancias, al menos en la década reciente se ha truncado el objetivo de cumplir con lo que establece la Constitución y la Ley de Población, de dotar de un mecanismo de identidad a todos los mexicanos y registrar fehacientemente a los habitantes del país y a los paisanos que viven más allá de nuestras fronteras.
Desde hace más de 20 años, el documento de mayor aceptación como identificación oficial es la credencial para votar, la cual tiene fotografía, firma y algunos datos biométricos; sin embargo, es responsabilidad de Gobernación, a través del Registro Nacional de Población, cumplir con este mandato legal.
Durante el sexenio pasado fueron invertidos alrededor de 3 mil millones de pesos para generar cédulas de identidad.
En julio de 2009 el entonces presidente Felipe Calderón anunció la expedición de la cédula, que contendría identidad jurídica, identidad vivencial y datos biométricos, también con base en datos de la CURP y en el acumulado de entonces de 84 millones de actas de nacimiento (actualmente hay 140 millones).
Al final del periodo calderonista sólo fueron entregadas poco menos de un millón 700 mil cédulas de un universo posible, para una primera etapa, de 25 millones de menores de entre 4 y 17 años.