Cuatro años después de la muerte de Carlos Fuentes (1928-2012), que se cumplen hoy, aún no se determina la cantidad de material inédito que dejó el escritor ni los libros póstumos que podrían ser publicados a partir del mismo.

Así lo indicó este sábado su viuda, Silvia Lemus, al término del homenaje que se rindió al autor de La región más transparente en el Palacio de Bellas Artes, con motivo de aquella efeméride luctuosa.

Inquirida por reporteros, la periodista confirmó solamente que entre ese material ya no hay ninguna novela y que lo predominante son ensayos. Se le preguntó entonces sobre la correspondencia, a lo que respondió que eso es más delicado.

Es muy difícil precisar cuántos libros (póstumos) pueden ser publicados, contestó y agregó que ahora, ante ese mundo de material dejado por Fuentes, entiende bien el señalamiento que le hizo la agente literaria del escritor, Carmen Balcells (1930-2015), cuando éste falleció. Me dijo que tenía un largo futuro, y se refería a todo esto.

Referente iberoamericano

Carlos Fuentes está hoy aquí fue el nombre del acto con el que el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) recordó a una de las figuras referenciales de la literatura iberoamericana del siglo XX.

La sesión, efectuada en la Sala Manuel M. Ponce del máximo recinto cultural del país, consistió en la lectura de fragmentos de tres de los títulos póstumos del autor: Pantalla de plata (2014), Personas (2012) y Federico en su balcón (2012). Las lecturas estuvieron a cargo de Ignacio Padilla, Cecilia Toussaint y Federico Reyes Heroles, de forma respectiva.

Antes, Silvia Lemus, a manera de proemio, destacó la enorme capacidad de trabajo que distinguió a su esposo a lo largo de su vida, así como que éste haya cultivado desde edad muy temprana una mentalidad globalizada.

Esto último, aclaró, gracias a sus frecuentes viajes y prolongadas estancias en diferentes países de Latinoamérica, así como en Estados Unidos, prácticamente desde su nacimiento, en Panamá, lo cual se debió al trabajo como diplomático que tuvo su padre.

Nació para ser escritor. Se preparó desde niño con la inquietud que traía como un don de Dios, de la naturaleza, recalcó la comunicadora, quien hizo un breve recuento por los primeros años de Fuentes.

Entre otros aspectos, recordó cómo teniendo dos y medio años su esposo conoció en Brasil a Alfonso Reyes. También aludió que fue en Chile, a los ocho años de edad, cuando Fuentes ingresó por vez primera a una escuela, donde entró en contacto con el idioma español y se forjó su futuro dentro de las letras.

Carlos Fuentes está hoy aquí fue el nombre del acto que se realizó en Bellas Artes. En la imagen, Silvia Lemus muestra el libro que se publicará en las próximas semanasFoto Francisco Olvera

Silvia Lemus, de igual manera, refirió cómo el crecimiento y desarrollo del escritor estuvieron siempre acompañado por la lectura de los clásicos.

Carlos fue un gran lector. La lectura fue otra de sus grandes formaciones. Tuvo a los clásicos en un principio de su preparación, fueron sus maestros y esos maestros tuvieron un alumno especial, un alumno que traía un bagaje importante y globalizado, dijo.

De joven leyó, se nutrió y formó a través de estos libros, de estos clásicos. No fue lectura de alguien común y corriente, ya que desde su infancia vivió en diferentes países, con sus costumbres, culturas, escuchando diferentes idiomas y viendo distintos paisajes. Pero, sobre todo, dentro de su cotidianidad familiar, logró ser un joven que leía con todo lo que había acuñado, con esa multiculturalidad.

Sobre un héroe trágico colombiano

Para concluir su participación, la periodista reiteró que a finales de mayo o principios de junio aparecerá un nuevo libro póstumo del autor, Aquiles o El guerrillero y el asesino, basado en Carlos Pizarro, gran líder de guerrillas colombiano que depuso las armas, trató de conseguir la paz y fue asesinado en un aeroplano mientras realizaba su campaña política en pos de la presidencia de su país. Fue un héroe trágico y Carlos estuvo muy impresionado por él, acotó.

En su turno, Ignacio Padilla enfatizó que si bien Carlos Fuentes fue un protagonista de la literatura universal, también fue hombre de cine, disciplina con la que estuvo vinculado de forma estrecha toda su existencia.

Estoy convencido de que si alguien no conociera su obra y quisiera saber sobre su estética y su visión del mundo, las encontraría en su visión del cine, comentó el escritor, quien aseguró que en los textos que el autor de Aura dedica al séptimo arte puede verse a un hombre libre y gozoso.

“Él dijo que sí no podía ser director de cine, sería un director que hacía cine a través de la literatura (...) Se comportó como el director del boom latinoamericano”, concluyó.