Al grito de “la mota legal eleva la moral” y “somos pachecos, no delincuentes”, cientos de consumidores de mariguana, en su mayoría jóvenes, marcharon desde el Monumento a la Madre hasta el Senado y de ahí hacia inmediaciones de la Secretaría de Gobernación (SG), donde demandaron que se permita el uso libre de la yerba en diversos espacios y sembrarla en casa para consumo personal.

En la caminata, realizada en el contexto de la 16 Marcha Mundial de la Mariguana, y tras la presentación ante el Congreso de la iniciativa del Ejecutivo sobre el uso del enervante, los manifestantes remarcaron que no son criminales y que al consumir la cannabis no perjudican a nadie.

Verónica Velázquez Sánchez, de la agrupación Mariguana Liberación, expuso que a quienes utilizan el enervante no les importa que se proponga subir el gramaje para uso personal, porque no necesitan el permiso de nadie para fumar la yerba, e insistió en el uso terapéutico.

Bajo la nube del humo de cientos de cigarros que se quemaron durante la movilización, dijo a La Jornada que la agrupación ha intentado establecer contacto con el presidente Enrique Peña Nieto durante tres años, pero no lo hemos logrado. También con Gobernación y la Cámara de Diputados, pero aunque nos reciben no hemos llegado a establecer una mesa para exponer sus puntos de vista.

Otros consumidores consultados mientras esperaban a que se iniciara la marcha –y en medio de constante oferta de la planta en diversas presentaciones, desde la tradicional hoja seca hasta en una especie de trufa rellena de la hierba, que costaba 50 pesos– insistieron en que fumar mariguana no es un mal hábito y debería permitirse en diversos espacios, así como aún se tolera al tabaco.

Ataviada con un vestido estampado con hojas de mariguana, Paola, quien dijo que la fuma a veces, y Jacobo, un consumidor habitual, coincidieron en que no importa la cantidad de gramos permitidos para uso personal, sino poder estar libremente en un parque, platicando con tu novia. Y así como hay parejas que se sientan a fumarse un cigarro de tabaco, ¿por qué no se admite que sea de mariguana? No afectamos a nadie y estamos pasando un buen rato. A mí me gusta mucho dibujar y me sirve para relajarme; me fluyen más rápido las ideas y la inspiración.

Mientras seguían llegando más defensores del uso de la cannabis al Jardín del Arte –donde se ubica el Monumento a la Madre–, muchos de ellos con vestimenta alusiva a la planta y cargando banderines en los que se leía Liberen a María y Soy consumidor, no delincuente, un grupo de policías de tránsito, quienes esperaban que la romería comenzara, reconocieron que el abundante humo producido por los cigarros de mota ya los tenía un poco confundidos.

Otros manifestantes se dirigieron hacia el Monumento a la Revolución para exigir la legalización de la cannabis. En tanto, la marcha que salió del Jardín del Arte –entre Sullivan y Villalongín– se movía errática y muchos de los presentes no se decidían hacia donde tomar. Tras avanzar unas pocas cuadras hacia la SG, regresaron al punto de salida a seguir echando humo.