Opinión
Ver día anteriorSábado 30 de abril de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Apuntes Postsoviéticos

Enconada rivalidad

P

or su ubicación estratégica, Asia central se ha convertido en arena de enconada rivalidad entre Rusia y Estados Unidos, que no escatiman recursos para atraer como aliados a Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán, cinco de los 15 países que formaron parte de la Unión Soviética y ahora, un cuarto de siglo después de su disolución, tienen regímenes de corte autoritario y una extensa lista de reclamaciones recíprocas.

Con gobernantes inamovibles, casi vitalicios, clanes que derrochan inmensas fortunas, mientras la mayoría de sus connacionales, sumidos en la miseria, subsisten con las remesas de sus familiares, contratados como mano de obra barata en el vecino país eslavo, estas repúblicas ex soviéticas tratan de vender caro su apoyo al Kremlin y a la Casa Blanca, pero son alianzas endebles.

No es fortuito que Moscú y Washington utilicen con profusión –cual moneda de cambio– la ayuda militar y la venta de armas a los países centroasiáticos, si bien el respaldo que obtienen por ello resulta más declarativo que real. Y los adversarios más distantes, de pronto, pueden aparecer como aliados más cercanos y cierto tiempo después volver al extremo opuesto.

Nada mejor que el caso de Uzbekistán para ilustrarlo. El peligro potencial que, desde Siria a Afganistán, representan para Rusia el llamado Estado Islámico y otros grupos radicales, prevaleció sobre compromisos asumidos con anterioridad por el Kremlin. Así se acaba de concretar la venta de moderno armamento ruso a Uzbekistán, a pesar de que este país, como consecuencia de la disputa por el agua de la región, se encuentra al borde de la guerra con Kirguistán, aliado formal de Rusia.

Uzbekistán también se deja querer por Estados Unidos y el año pasado recibió de éste la más significativa ayuda militar en el espacio postsoviético: la entrega gratuita de 328 carros blindados se considera, hasta ahora, el mayor regalo a un país de Asia central en la historia, pero no fue el único, ya que los guardafronteras uzbekos obtuvieron costosos equipos y vehículos, a la vez que los primeros 15 oficiales están tomando un curso de preparación, estudio intensivo de inglés incluido, para poder participar en futuras maniobras de la OTAN.

Antes de vender armas a Uzbekistán, Rusia proporcionó a Kirguistán de modo gratuito carros blindados y sistemas de artillería, como parte de un paquete de ofrecimientos para mantener abierto su aeródromo militar de Kant, a diferencia de la base militar de Manás que tenía ahí Estados Unidos, cerrada a cambio de la promesa rusa de construir una cascada de hidroeléctricas, a la cual se opone Uzbekistán y que ahora, ante la reticencia de Rusia en tiempos de crisis, China se mostró dispuesta a llevar a cabo.

En síntesis, la rivalidad de Rusia y Estados Unidos se traduce en que Uzbekistán y Kirguistán, al igual que otros países de Asia central, adquieren cada vez más armamento, que empiezan a usar como argumento adicional en las controversias con sus vecinos.