n Aguascalientes las mujeres también se manifestaron contra las violencias machistas. Cincuenta, 500 o 5 mil, no importa, fueron suficientes y nunca bastará. La Primavera Violeta eligió realizar un recorrido inusual: no desde o hacia los centros de poder (palacios de gobierno, el Congreso, la plaza de armas); cruzó las calles centrales de la Feria Nacional de San Marcos, se manifestó caminando junto a feriantes y visitantes, entre puestos de comida y pasillos del jardín emblemático de la ciudad, y finalizó a un costado de la plaza de toros.

No pudo ser más evidente el contraste: mientras ellas visibilizaban la violencia a la que todos los días están sometidas, los espectadores las miraban con vasos de cerveza en mano; acusaron con carteles y pancartas el acoso diario, la violación de sus derechos, los feminicidios; demandaron ni una menos, exigieron ni una más… ante la sorpresa de los miles que eligieron el domingo para divertirse, ir de feria… evadirse.

Como en tantas otras ciudades de la República, a la movilización la acompañaban los ecos de #MiPrimerAcoso en Twitter y Facebook, el testimonio de miles sobre la experiencia angustiante y terrorífica que es ser mujer en un país donde la violencia es costumbre. A tal grado que mientras ellas marchaban no faltaron quienes desde la ignorancia hicieron burla de los motivos de su manifestación, desde soslayados no es para tanto hasta los cómplices ellas se lo buscan.

Tras la movilización tendrá que venir un necesario espacio de reflexión acerca de las consignas que se gritaron, sobre la pertinencia de las frases con que intentaron visibilizar las violencias machistas, incluso para discutir sobre la solidaridad y envidias entre los grupos que participaron en la marcha; pero ese diálogo indispensable no puede distraer la atención de lo que se logró al ponerse frente a la indiferencia de miles. Con una que diga ya no más, con uno que acepte que es inadmisible el trato que se da a las mujeres, con unos cuantos que actúen ante las agresiones diarias, la marcha de ayer habrá logrado su objetivo: eliminar de inmediato el miedo, la intimidación, la brutalidad que hoy impide hablar de una Primavera Violeta.

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