l 23 de febrero del presente año, Martha Roselia Garibay Pérez, titular del juzgado 69 de lo civil en el Distrito Federal, condenó a la periodista Sanjuana Martínez Montemayor a pagar una indemnización al político Jesús Ortega Martínez, coordinador de la corriente perredista denominada Nueva Izquierda, mejor conocida como Los Chuchos, y a publicar en el portal Sin Embargo, con costo para la propia periodista, el fallo judicial en su contra.

La juez Garibay Pérez sentenció en contra de la periodista al considerar que dos reportajes publicados por ésta en el portal dirigido por Jorge Zepeda Patterson habían causado daño moral a Ortega Martínez, dañando su prestigio y su carrera menoscabando su seguridad e integridad física, afectando sus sentimientos. Afectos creencias, decoro, honor, reputación, vida privada y la consideración que los demás tienen de él al publicarlos sin ninguna base de veracidad (se ha respetado la deficiente redacción original, contenida en la sentencia definitiva, que corresponde al expediente 876/2014).

Los trabajos periodísticos que motivaron el litigio fueron titulados Consumidores de sexo comercial e Infierno en el Cadillac: sexo, poder y lágrimas (http://goo.gl/KCHKbh) y se publicaron, respectivamente, el 25 de noviembre y el 2 de diciembre de 2013 en el mencionado diario digital. En tales reportajes se hace referencia a Jesús Ortega Martínez como usuario de esos servicios sexuales, a partir de datos que la periodista tomó de la averiguación previa FDTP-TP 1/030/13-06, tramitada ante la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal, y de videos correlacionados, en uno de los cuales (https://goo.gl/JAAhdj) se escucha a Perla, una víctima de la explotación sexual practicada en la Ciudad de México y tolerada bajo entendimientos de corrupción por gobiernos delegacionales del Partido de la Revolución Democrática.

Perla, con voz electrónicamente distorsionada en el video (distorsión realizada por la procuraduría capitalina en todos los videos contenidos en el expediente), aseguró que “un cliente que recuerdo muy bien su rostro, que yo no sabía quién era pero después investigué, porque me llamaba mucho la atención, porque una compañera me decía: ‘me lleva, me paga 10, 15 mil pesos’, y yo no sabía quién era, hasta que me dijo: es el presidente del PRD. Entonces yo tuve esa inquietud de verlo, para ver quién era el presidente del PRD, y como iba una o dos veces por mes, o luego variaba, cada dos meses, dije: ‘A ver, ¿quién es?’. Y, efectivamente, sí me di cuenta que, efectivamente, era el presidente del PRD, Jesús Ortega, o Arteaga. Él iba y siempre estaba…”

Tal reproducción de un testimonio de evidente interés periodístico y social, en el contexto de una amplia denuncia de los graves padecimientos de muchas mujeres sometidas a explotación sexual y otros actos criminales en establecimientos comerciales en la Ciudad de México, generó el inicio de un proceso judicial por la vía civil que culminó con la sentencia condenatoria contra la periodista Sanjuana Martínez, quien ha sido reportera y corresponsal de Proceso y otros medios, y semanalmente publica en La Jornada documentados reportajes sobre lacerantes injusticias sociales, además de colaborar en el diario digital Sin embargo. Ha ganado varios premios periodísticos nacionales e internacionales y ha publicado varios libros, entre ellos, de manera destacada, denuncias sobre la pederastia clerical. Su persistente trabajo periodístico de denuncia le ha acarreado amenazas, hostigamiento, encarcelamiento por maniobras de una funcionaria en Nuevo León, y el ingreso a su domicilio de personas desconocidas que defecaron en una habitación y dejaron esparcidas prendas íntimas de ella en la propia casa, como una especie de amenaza de algún grupo con poder.

Sanjuana Martínez fue declarada culpable en rebeldía, por no haber interpuesto en su momento procesal los alegatos en su favor (en pro de Jesús Ortega acudieron a declarar Jesús Zambrano y María Elena Tapia Fonllem), pero la periodista asegura que no fue notificada de todos los pasos procesales y que el expediente en su contra no sólo se le negó, sino fue extraviado, de tal manera que no se cumplió con el debido proceso judicial. Su abogado, y litigantes de la organización Artículo 19, han encontrado diversas irregularidades, que a su entender atentan contra el ejercicio periodístico y la libertad de expresión. Una de las alternativas de defensa de la periodista podría ser la presentación de un recurso de amparo ante esa sentencia. Este 3 de mayo, al celebrarse un día del periodista, Sanjuana Martínez dará una conferencia de prensa en el Club de Periodistas, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, y diversas organizaciones del gremio, cívicas y defensoras de derechos humanos exigen que no se ejecute la condena y se reponga el proceso, que consideran viciado.

En otro tema periodístico: por ahí de las 7 de la mañana de ayer, luego de haber dejado a sus hijos en la escuela, el periodista Francisco Pacheco Beltrán fue asesinado a balazos afuera de su casa, en Taxco, Guerrero. Fue un crítico constante de los abusos de poder en ese municipio, mal gobernado por el priísta Omar Jalil Flores Majul. Dirigía un semanario en el propio Taxco y presentaba notas y opiniones en un portal electrónico, además de ser corresponsal de El Sol de Acapulco y de la radiodifusora Capital Máxima, de Chilpancingo. Doce horas antes de ser ejecutado compartía en Internet imágenes e información sobre el más reciente episodio violento entre cárteles y policías federales en el conocido puerto. Su último tuit daba la liga de un Video de balaceras en #Acapulco en plena zona turística (http://goo.gl/6RVfOf). Minutos después de su asesinato debía haber entrado al aire en el noticiero Al instante, de la capital guerrerense, con una nota titulada Falsa alarma genera sicosis y aparatoso operativo policial en Taxco, según mencionó la Agencia Periodística de Investigación (API) de esa entidad (http://goo.gl/nJsfMZ). ¡Hasta mañana!

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