Durante el primer trimestre de este año, Manzanillo, Colima, registró 44 homicidios dolosos, seis más que los denunciados durante todo 2015.

Este puerto es el centro de la disputa actual entre el cártel Jalisco Nueva generación (CJNG) y el cártel de Sinaloa, así como de una célula de Los Zetas, advirtieron integrantes del gabinete de seguridad nacional.

Manzanillo es punto crucial en el Pacífico para el tráfico de drogas y armas, indicaron. Pese a los operativos estatales y federales para combatir a la delincuencia organizada, esta zona tiene un fuerte repunte en hechos violentos.

En 2015, de los 38 asesinatos intencionales registrados en este puerto y polo turístico, casi todos (34) fueron cometidos con arma de fuego. Para el periodo enero-marzo de 2016, de 44 casos, 27 fueron con arma de fuego, uno con arma blanca y 16 identificados con otros. Esto es porque en los enfrentamientos entre grupos de la delincuencia organizada son utilizados artefactos explosivos, señalaron las fuentes consultadas.

“La lucha es del CJNG contra todos los demás, especialmente el grupo de Sinaloa y lo que queda ahí de Los Zetas. El enfrentamiento es principalmente en Manzanillo. Los cárteles están luchando principalmente ahí”, precisó una de las fuentes consultadas. En Sinaloa, en cambio, los homicidios bajaron de 117 en febrero a 52 en marzo.

Colima registra uno de los trimestres más violentos de años recientes, sólo similar a la convulsión de 2012, cuando fueron denunciados 287 homicidios dolosos.

Tan sólo en el lapso referido han sido denunciados 126 episodios (consignados en igual número de averiguaciones previas ante la procuraduría estatal) y situaciones dolosas vinculadas al enfrentamiento entre bandas, que han dejado saldo de 133 muertos.

La cifra cambia porque en una misma carpeta puede incluirse uno o más fallecimientos. En enero hubo 31 bajas por refriega; en febrero 47 y en marzo 55, esto es, una cuarta parte de lo ocurrido en la entidad con mayor población y número de asesinatos dolosos, el estado de México, aunque la población es ampliamente distinta: menos de 700 mil habitantes en Colima, contra 15.1 millones en territorio mexiquense.

La tasa nacional de asesinatos intencionales durante el primer trimestre del año fue de 3.64 crímenes por cada 100 mil habitantes, mientras Colima llegó a 17.13, superior en casi tres puntos a Guerrero.

Otras entidades que reportan en marzo también alzas significativas son Durango, Guanajuato, Guerrero, Tamaulipas y Veracruz.

En el caso de Durango, en enero se registró uno de los niveles más bajos del país, apenas con siete crímenes de este tipo; para febrero se había duplicado y en marzo se denunciaron 27 asesinatos.

En Guanajuato, las cifras fueron de 65, 70 y 81 para enero, febrero y marzo, respectivamente; en Guerrero, por dos años con la tasa de homicidios dolosos más alta del país, el arranque de 2016 fue igualmente violento con 166 asesinatos tan sólo en enero; 160 en febrero y 188 en marzo.

Para Tamaulipas, la cuenta es 43, 50 y 98, y en Veracruz la dinámica fue 84, 55 y 82 homicidios dolosos, en los meses referidos, según cifras oficiales compiladas por la Secretaría de Gobernación.