Contra el autoritarismo
os y las de abajo están en las calles. Mientras el México profundo se rebela contra el despojo y el autoritarismo, las señales desde el poder y los empresarios son ominosas. El recuento de la semana deja ver uno de los tantos México que existen, harto y dispuesto, aun teniendo la represión como respuesta.
Los hñähñu de Xochicuautla protegen sus bosques y sitios sagrados, los nahuas de Ostula se organizan contra la delincuencia organizada, los ejidatarios de Atenco defienden sus tierras, los normalistas de Tiripetío exigen el pago de becas para manutención, y los maestros de Tuxtla Gutiérrez que rechazan la reforma educativa fueron flanco de la represión abierta esta semana.
Familiares de los normalistas de Ayotzinapa se encadenaron en las rejas de la Secretaría de Gobernación en demanda de la permanencia en México del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, organismo que este viernes indicó que ante la negativa del gobierno, los expertos internacionales que indagan los hechos de Iguala se van del país el próximo 30 de abril.
Otros que tomaron las calles fueron estudiantes del Instituto Politécnico Nacional, quienes exigen información clara sobre el cambio administrativo que los coloca directamente bajo el mando de la SEP.
En el norte del país, los rarámuris cerraron pacíficamente el nuevo aeropuerto de Creel, Chihuahua, con carteles con la leyenda: obra clausurada porque el gobierno no cumple la sentencia, no nos tomaron en cuenta y no respetan los acuerdos
. La terminal aérea fue levantada sin consultar a la comunidad.
En el sur, mujeres binizaá de Ixtepec, Oaxaca, se manifestaron contra un plan minero que pretende instalarse en 8 mil 150 hectáreas concesionadas por el gobierno federal en los cerros Tablón, Banderilla, Taberna y Nisa Bidxichi.
Mientras, la primera Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas sigue hallando ropa ensangrentada y restos de la violencia en el municipio de Amatlán de los Reyes, Veracruz.
En franco retroceso la Academia Mexicana de la Lengua, que cumple 141 años de fundada, declara que será un logro reconocer la lengua española como idioma oficial
en México, marginando las más de 60 lenguas originarias del país. Ante este panorama, la alerta decretada por el Congreso Nacional Indígena es más que pertinente.