¿Nos rompimos la madre para esto?, expresó uno de los dirigentes de las 17 agrupaciones campesinas que ayer marcharon de la Secretaría de Gobernación a las instalaciones de la Secretaría de Hacienda, ubicadas en avenida Constituyentes, a la altura de la tercera sección de Chapultepec, donde permanecieron cuatro horas.

Tras la protesta se confirmó que el subsecretario de Egresos, Fernando Galindo, no los recibirá hasta el martes de la próxima semana, sólo para definir la fecha de la reunión con el titular de la dependencia, Luis Videgaray.

Esa fue la respuesta que recibió la comisión de 25 personas que ayer se reunió por cerca de 30 minutos con el funcionario federal, luego de la marcha en la que participaron cerca de 10 mil campesinos, según los organizadores.

Desde la mañana, cuando salieron de la calle de Bucareli rumbo a la avenida Constituyentes, el caos vial se agudizó en el poniente de la ciudad. Un contingente de 500 personas sirvió de avanzada; detrás de ellos y a paso lento siguieron los cientos de campesinos de Oaxaca, Puebla, Veracruz, Chiapas, Hidalgo y estado de México, quienes arribaron a las instalaciones de Hacienda poco después del mediodía, de donde empezaron a retirarse después de las cuatro de la tarde, a bordo de autobuses.

¡Pónganse cabrones!, demandaron los labriegos a los dirigentes de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala, Movimiento Nacional; Frente Indígena y Campesino de México (Ficam, integrado por 10 agrupaciones), Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos José Dolores López (Cioac JDL) y la Unión Nacional Integradora de Organizaciones Solidarias y Economía Social, entre otras.

Al salir de la reunión en Hacienda, los dirigentes pidieron a los campesinos continuar en resistencia en sus localidades y fortalecer la organización; esta lucha es permanente, les recordaron.

Los hombres y mujeres que participaron en la jornada Zapata Vive, y que durante 16 días mantuvieron un plantón en las inmediaciones de la Secretaría de Gobernación, llegaron en busca de justicia, como las mujeres de la comunidad de Chipala, Guerrero, quienes en carteles improvisados exigieron justicia en el caso de Rocío Mesino Mesino, dirigente de la Organización Campesina de la Sierra del Sur, en Guerrero, asesinada en octubre de 2013.

Otros, como los de la Organización Campesina Popular Indígena de la Huasteca Veracruzana, demandaron vivienda y ser parte de los programas para criar ganado vacuno, y se manifestaron contra la privatización del agua, pues en su región el río Tempoal está en riesgo, dijeron.

Unos más insistieron en tener créditos, exigieron la liberación de los presos políticos, que aparezcan vivos los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa y se apruebe la ley de consulta previa libre e informada. Todas las peticiones quedaron en el tintero de las promesas y en el compromiso de que el subsecretario de Gobernación, Luis Miranda, informará hoy a sus dirigentes la fecha en que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, los atenderá. Por la noche, los campesinos retornaron a sus comunidades