Amatlán de los Reyes, Ver.

La primera Brigada Nacional de Búsqueda de Desaparecidos inició ayer, sin protección de la Policía Federal (PF), su segundo día de inspección en el predio La Pochota, plantío de caña con fama de ser cementerio clandestino de los cárteles que dominan la región.

Mario Vergara Hernández, de la organización no gubernamental Los Otros Desaparecidos de Iguala, Guerrero, encabeza la búsqueda a filo de machete. Junto con los activistas estuvo un observador de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), quien señaló que, en inseguridad, Veracruz puede compararse con Tamaulipas. La diferencia es que aquí hay colectivos, y eso nos indica que hay condiciones para que existan y de alguna manera se pueda documentar lo que está sucediendo, señaló.

Una de las mujeres de la brigada detectó una superficie sospechosa. Otra clavó una varilla, la cual se hundió, y las jóvenes llamaron a Mario Vergara, quien removió la tierra con un zapapico. Resultó ser una madriguera.

Alma Rosa Rojas, del colectivo Voces Unidas por la Vida-Sabuesos, de Sinaloa, consideró que si las autoridades apoyaran, esta labor sería más rápida. Con los perros que tiene la PGR (Procuraduría General de la República) hubiéramos descartado ese sitio inmediatamente, pero las autoridades no quieren meter a sus animales en la maleza; los cuidan más que a un humano, aseguró. Los seres humanos estamos devaluados: valemos menos que un perro, secundó Mario Vergara.

Alrededor de las 13 horas, después de inspeccionar el terreno La Pochota, la brigada se trasladó a la comunidad Las Lajas, en el municipio de Cuichapa, a la orilla del río Blanco.

La avanzada alertó al resto del grupo que se trata de una zona caliente, pero decidieron no detenerse a pesar de que la Policía Federal no cumplió el acuerdo de acompañarlos.

Tenemos tres días en Veracruz. El domingo no salimos porque no había seguridad, el lunes salimos después del mediodía por esperarlos (a los policías federales), y hoy decidimos salir a buscar desde las 9, sin la seguridad que nos prometieron, dijo Mario Vergara. Los organizadores responsabilizaron a las autoridades federales de cualquier percance.

Ayer los activistas no hallaron restos humanos, pero para Mario Vergara no fue un día perdido, pues quienes participaron por primera vez aprendieron cómo rastrear, y si bien en los puntos señalados no hubo restos, ahora tienen un lugar menos donde buscar.