El metilfenidato debe ser remplazado
Sábado 9 de abril de 2016, p. 30
Los pacientes que toman metilfenidato para tratar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) podrían desarrollar una dependencia a anfetaminas como la cocaína, advirtió Óscar Galicia Castillo, investigador de la Universidad Iberoamericana.
El catedrático, autor del libro El trastorno por déficit de atención e hiperactividad, detalló que las ratas tratadas durante la etapa juvenil con metilfenidato desarrollan con mayor facilidad una adicción a la cocaína, por lo que es necesario buscar otro medicamento para este problema.
El trastorno por déficit de atención está caracterizado por la dificultad para concentrarse en una sola actividad y lapsos de impulsividad. Este padecimiento comienza en la etapa infantil, puede persistir hasta la edad adulta y sus consecuencias se observan en el desempeño académico, social y laboral.
Las investigaciones recientes en la materia demuestran que este padecimiento no está relacionado con los neurotransmisores, por lo que no es necesario tratarlo con metilfenidato. Se ha comprobado que puede atenderse de manera más eficiente con anti depresivos.
Los estudios realizados para determinar cuáles son las causas del trastorno por déficit de atención han descartado los factores ambientales, como el consumo de sustancias nocivas durante el embarazo y la mala alimentación de la madre, pero han abierto la puerta a que la enfermedad pudiera heredarse.
En su libro sobre déficit de atención e hiperactividad, Galicia Castillo critica la actuación que han tenido los especialistas a la hora de tratar el mal, ya que no lo han hecho bien y ponen en peligro la vida de los infantes.
Los especialistas deben darse cuenta de que las hipótesis de trastorno han cambiado y que es necesario buscar nuevas formas terapéuticas porque estamos hablando de niños que están bajo un tratamiento peligroso
, señaló.
La prevalencia del TDAH a nivel mundial es alta. Los estudios epidemiológicos muestran que entre 3 y 5 por ciento de los niños y adolescentes pueden recibir este diagnóstico. En México se calcula que hay aproximadamente 33 millones de niños y adolescentes, de los cuales 1.5 millones podrían ser diagnosticados con este padecimiento, de acuerdo con datos del Inegi y de la Secretaría de Salud.