Londres.

Este mes se lanzará la empresa de ropa deportiva de Beyoncé Knowles, Ivy Park, en asociación con el magnate minorista Philip Green, pero la superestrella mundial ha subrayado que es una marca independiente. La ropa de relajamiento fue el sector de más rápido crecimiento en la moda deportiva de Gran Bretaña el año pasado –se calcula que el mercado doméstico de este género pasará de 8 millones de libras (unos 11.3 millones de dólares) en los próximos cinco años–, así que es explicable que Philip Green quiera participar.

Para Beyoncé, en cambio, es mucho más que eso: es algo personal. Conocida como campeona del poder femenino, la artista busca inspirar tanto el vigor físico como el mental con una colección de 200 piezas que combina el trabajo físico de gran intensidad con la alta moda.

La verdadera belleza reside en la salud de nuestra mente, corazón y cuerpo. Sé que cuando me siento físicamente fuerte, tengo fortaleza mental, y quería crear una marca que haga a otras mujeres sentir lo mismo, sostiene Beyoncé.

Cantante, madre y empresaria, ella busca extender las fronteras. No está sola: ¿podría ser el principio de algo más grande?

Ya lo es, por lo menos en lo referente a nombres pesados del mundo de la música que pegan su marca en ropa deportiva mejorada. Luego de un montón de líneas de lujo de celebridades –las más notables fueron las de Victoria Beckham, Mary-Kate y The Row, de Ashley Olsen–, el nuevo enfoque es en el floreciente mercado definido como relajamiento atlético, que combina un nombre familiar en el mercado de masas con el amplio atractivo de la ropa deportiva. ¿El resultado? Una gran explosión, y un montón de dinero. Pero no necesariamente un producto anodino.

El actual cruce entre moda y celebridad ha visto a gente como Rihanna y Kanye West ganar un lugar en el calendario de la Semana de la Moda en Nueva York. No han faltado críticas, no pocas para Kanye.

El rapero/compositor/empresario/diseñador (podríamos añadir títulos) ha hecho declaraciones contra el racismo en la industria de la moda y la falta de voluntad para financiar sus ideas, hasta que unió fuerzas con Adidas. Después de trabajar junto con Yeezy Season One, el dúo decidió separarse para no limitar la creatividad de Kanye (según el director global de espectáculos de la compañía), acción que sin duda fue bien recibida por el rapero, quien antes había declarado que ser una celebridad me ha abierto muchas oportunidades, pero también me ha encajonado en creatividad.

Entonces, con tres temporadas en su palmarés y en completo control artístico, Kanye se ha preparado a ser juzgado como un diseñador hecho y derecho, y no es el único. Después de ser elegida directora creativa de Puma en 2014, Rihanna presentó su primera colección completa esta temporada, bajo el nombre Fenty, que presenta ropa subversiva de calle con el aire fresco de la isla de Barbados.

Hace un par de años, la idea de salir de casa en pantalones de yoga habría sido deplorable, pese al ascenso de celebridades diseñadoras, pero los tiempos cambian y la seducción de la ropa lujosa de relajamiento con nombres de artistas famosos está tomando por asalto el mundo de la moda.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya