Este jueves un tribunal colegiado en materia de trabajo resolverá si los jubilados de Mexicana pueden cobrar sus pensiones o no. El juzgado, que pertenece al primer circuito, analizará el laudo que obliga al pago de esas remuneraciones a los trabajadores en retiro, que se interpuso desde julio del año pasado.

Fausto Guerrero Díaz, presidente de la Asociación de Jubilados, Trabajadores y ex Trabajadores de la Aviación Mexicana (Ajteam), señaló que a más tardar mañana los magistrados les dirán el resultado del fallo.

“El proceso lleva nueve meses. Ha sido muy desgastante pero no vamos a permitir que nos roben nuestras pensiones vitalicias. Esperamos justicia y que nos otorguen una sentencia benéfica. Si es a nuestro favor ojalá haya voluntad política del gobierno para que nos paguen, y entregue a los trabajadores y jubilados las rutas y slots que pertenecían a Mexicana.”

El presidente de la Ajteam recordó que este fin de semana cumplen un año de que instalaron una cafetería en su plantón indefinido, frente a los mostradores que se ubican en la terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Decidimos poner el negocio ante la desesperación de no tener recursos para el sostén familiar, ya que por la edad nadie nos contrata.

Comentó que a pesar de los altibajos, ya que en enero las autoridades trataron de desalojarlos, permanecerán en el lugar hasta que les paguen. Es una injusticia lo que se cometió en contra de Mexicana, en especial con los jubilados. El gobierno federal debería entregar la totalidad de bienes que pertenecen a Mexicana, porque los construyó durante más de 90 años; no es justo que ahora las otras aerolíneas se estén enriqueciendo con ellos.

Por su parte, Patricia Cuaxiloa Barreto, quien laboró 23 años en la empresa como sobrecargo, atiende la cafetería con otros de sus compañeros. Dice estar agradecida con los usuarios del aeropuerto capitalino, quienes antes de abordar sus vuelos pasan a degustar alimentos. Es como estar de nuevo arriba del avión. La gente simpatiza mucho con nosotros y les gusta el servicio que brindamos, que es igual al que ofrecíamos a bordo.

Agregó que ante la falta de pago su situación es compleja: cambió a sus hijos de escuela y tiene una serie de deudas económicas, pero no sólo eso, lamentó que 18 de sus compañeros fallecieran por no tener dinero para medicamentos.