Tulancingo, Hgo. 28 de marzo.

Al inaugurar el Hospital General de Tulancingo, el presidente Enrique Peña Nieto sostuvo que aun cuando se han adoptado medidas de ajuste presupuestal para mantener las finanzas públicas sanas en un entorno económico internacional complejo, el gobierno federal tiene claras sus prioridades sociales: invertir en infraestructura de salud, educación y servicios, lo cual es indispensable para alcanzar un piso básico de bienestar social.

En este contexto, aseveró que no hay faltado descalificaciones a los actos que encabeza para entregar obra pública. A veces pareciera que todo es exactamente igual. Si la crítica ha de ser porque inauguramos obras como la que tenemos detrás de nosotros, que vengan más críticas, porque lo más importante es que obras como éstas se estén inaugurando, se estén poniendo en operación y estén al servicio de todos los mexicanos.

Afirmó que no se cansará de “hacer eventos como éste, las veces que sea necesario, las más de las veces, porque son obras que sirven a los mexicanos, e insistió en que una de las más altas prioridades de su gobierno es la inversión en infraestructura.

Durante la inauguración del hospital, el mandatario refirió que en esta administración se han canalizado 34 mil millones de pesos a construir o modernizar 580 unidades hospitalarias y 2 mil 800 unidades de consulta externa para hacer frente a la creciente demanda de atención en salud de la población.

La construcción del Hospital General de Tulancingo se prolongó más de seis años, pues se inició en el 2009 y fue concluida apenas en enero pasado. A este hecho aludió el gobernador Francisco Olvera: en su momento, el gobierno de la República no dio los recursos oportunos ni de manera adecuada. Fue hasta la presente administración federal cuando fluyó el dinero para su conclusión.

El hospital inaugurado, explicó el secretario de Salud, José Narro, se insertará en un nuevo esquema que se está impulsando en cuatro entidades. Mencionó que en Hidalgo, Guanajuato, Durango y Yucatán se está desarrollando un programa piloto llamado Modelo de Atención Integral. Éste pretende “articular los niveles de atención, busca que exista una coordinación y una comunicación completa entre lo que técnicamente denominamos el primer nivel de atención –la ambulatoria, la que se presta en un centro de salud– y lo que pasa en un hospital de segundo nivel, como éste, para que pueda haber una integralidad en la prestación de los servicios”, expuso Narro.

El titular de Salud consideró que el nuevo nosocomio es una muestra de la prioridad que confiere la administración de Peña Nieto al sector. Sin embargo, subrayó que el trabajo en bienestar social no se circunscribe a la atención médica, pues involucra muchos más aspectos, como la vivienda, el agua potable, el drenaje, entre otros.

No quiero decir con esto que todo le toque a la Secretaría de Salud, por supuesto, pero sí quiero decir que necesitamos una articulación, una coordinación entre todas las áreas para poder conseguir el objetivo final, apuntó.